Victorias pírricas

Una victoria pírrica es aquel triunfo que se consigue con fuertes pérdidas en el propio bando. El nombre proviene de Pirro, rey de Epiro (reino de la antigua Grecia), quien logró una victoria sobre los romanos en la propia Italia (año 278 antes de Cristo) que le costó miles de sus hombres, quedando a tal extremo debilitado que cuando lo felicitaron por su victoria, Pirro respondió: “Sí, otra victoria como ésta y estamos perdidos”, lo que finalmente ocurrió. El tema es saber quién tendrá victorias pírricas si es que se produce el referéndum revocatorio del 10 de agosto. En ese sentido, y en el ánimo de plantear algunas hipótesis, es probable que los primeros que se sentirán como Pirro son la gente de Podemos, ya que es inexplicable que le hayan dado la oportunidad de juzgar mediante el voto al Gobierno del MAS, sabiendo que tal partido ya no respeta las reglas del juego democrático y que tiene la posibilidad de hacer la campaña más cara de la historia de Bolivia debido a que la chequera de Hugo Chávez será especialmente generosa en esta contienda electoral. Es más, después de tamaño error político, es muy probable que Podemos haya quedado tan herido que será poco probable que en una disputa electoral en la que se enfrenten liderazgos nacionales, tal partido consiga el apoyo de la “media luna”, plaza que fue su fuerte en las elecciones anteriores y que ahora se considera traicionada por Podemos al haber debilitado dicho partido —con su propuesta de referéndum— la lucha regional autonómica, porque según los líderes del oriente y sur del país, ya habían logrado arrinconar al Gobierno a tal extremo que tales regiones se sentían capaces de imponer una agenda de negociación al MAS. Otra posible victoria pírrica la tendrá el mismo Gobierno del MAS, porque el referéndum del 10 de agosto no será acatado por la “media luna” y aun cuando él amenace con el Ejército y la Policía para lograr que se lleve a cabo el referéndum en tales departamentos, no será posible que se realice una votación transparente y masiva como para poder confirmar si existe apoyo o no al Gobierno de Evo Morales, y por esa razón, el masismo no podrá imponer su proyecto de Constitución y, particularmente, lograr la reelección de Evo Morales. En otras palabras, el Gobierno habrá gastado enormes cantidades de dinero y prestigio para confirmar lo que ya conoce, es decir que tiene apoyo en el campo y no en las ciudades y que en varias regiones del país simplemente no le dan bola en lo que se refiere a su agenda política. Hay aún una tercera victoria pírrica y es ésa en la que Pirro nos representa a todos los bolivianos, porque si bien pensamos que habíamos ganado en términos de mejor Gobierno al tener cinco presidentes en menos de cinco años, lo que hicimos fue deteriorar al máximo las bases de la democracia y, peor aún, dimos paso a un partido que ha destruido la institucionalidad básica lograda y está haciendo todo lo posible para imponer un esquema de Estado que sólo ha logrado dividir profundamente al país. En resumen, el referéndum del 10 de agosto, si se realiza, no generará una nueva situación política que conduzca hacia un terreno claro y que permita que haya un desempate entre la “media luna” y el MAS sin destruir la unidad del país, por lo tanto, nos habremos desgastado aún más y lo que es peor, ya estamos en el extremo que pareciera que no tenemos idea de cómo salir de este berenjenal.