ECUADOR (Nancy Espínola y Néstor Soto, enviados especiales).- El presidente electo, Fernando Lugo, señaló ayer, una vez más, que Paraguay hará su propio proceso sin tomar modelos de Bolivia, Ecuador ni Venezuela. Dijo que levantar al país del caos en que se encuentra será una tarea difícil y solicitó solidaridad internacional.
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http://www.abc.com.py/articulos.php?pid=425106&fec=2008-06-18&ABCDIGITAL=749def7f1d332f72bcd088e2a49a59eb
Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE
miércoles, 18 de junio de 2008
Fijan entendimiento entre el MAS y PODEMOS
En la ciudad de Lima se conoció de una reunión altamente secreta entre los personeros del MAS, el canciller David Choquehuanca y Pablo Solón y por Podemos el senador Luis Vásquez Villamor ademas de otra persona que no fue identificada. Los temas a tratar según se conoció, eran llegar a un acuerdo de pacificar el país en un entendimiento de cohabitación de las dos fuerzas políticas en el gobierno. Este medio de comuniciacion se comunicó con el embajador peruano Franz Solano quien dijo que desconocia la reunión, de la misma forma el presidente de la Cámara de Senadores Óscar Ortiz, dijo que si se habria realizado la reunion fue sin conocimiento de su persona. Un alto dirigente del MAS confirmó que pidió no ser indetificado no negó la reunión pero aclaró que el canciller Choquehuanca viajó a Lima mantener la reunión de la CAN que tenía agenda de urgencia. El canciller David Choquehuanca estaría en Lima participando de la reunión de la CAN con la renuncia del presidente protémpore Álvaro Uribe que declinó la presidencia para el Mandatario ecuatoriano Rafael Correa. Finalmente la reunión fue postergada con fecha abierta. Pese a que en horas de la tarde este diario se trató de comunicar con el canciller Choquehuanca y con el senador de Podemos Luis Vásquez Villamor pero en la ciudad de la Paz nadie sabía de la reunión. El principio de acuerdo se habría discutido la aprobación de suspender el Referéndum Revocatorio, la elección de los ministros del Tribunal Constitucional en acefalía con cuotas de poder de ambos partidos, el llamamiento a una nueva Asamblea Constituyente, la formacion de una federación de regiones autonómicas en los cuatro departamentos que avanzaron el proceso de autonomías regionales enmarcados en la actual Constitución Política del Estado en vigencia. EL DATO PUNTOS DEL ACUERDO. Reunión secreta en Lima entre el MAS y Podemos Principio de pacificación del país Postergación del Referéndum Revocatorio Llamado a nueva Asamblea Constituyente La elección de los ministros del Tribunal Constitucional con cuotas de Podemos y el MAS
Venganza presidencial
Germán Gutiérrez Gantier*
Después de los sucesos del 24 de mayo en Sucre, ocasionados por el anuncio presidencial de asistir a actos no oficiales y paralelos del Primer Grito Libertario, lo que provocó una violenta represión por efectivos militares contra grupos de ciudadanos seguida por confrontaciones alentadas por la ministra —nada menos— de Justicia Torrico, el viceministro Sacha Llorenti y el delegado presidencial Lambertín, de sectores del partido de gobierno con ciudadanos chuquisaqueños, se ha desatado una campaña mediática feroz en contra de Sucre y Chuquisaca. Ésta incluyó aseveraciones que sólo hacen al interés parcial de la lucha política gubernamental emprendida desde el 6 de agosto, oportunidad en la que el presidente Morales amenazó con vengarse de la Capital de la República.
Y su palabra empeñada, hasta ahora, la ha cumplido prolijamente.
Para este efecto, el presidente Morales ha utilizado la estrategia de la confusión, presentando los hechos de una manera muy particular pues los tergiversa, los interpreta arbitrariamente, los polariza sin necesidad, en fin, no busca la solución al conflicto, por el contrario, aspira a encontrar el conflicto a la solución, porque son parte de su forma de ser y ver la política.
Tanto él como su partido no conciben la lucha política sin violencia. La democracia es apenas un medio utilitario para el logro de algunos de sus fines; empero, como la misma es insuficiente porque los limita con reglas molestas, las vulneran toda vez que pueden y quieren, en la medida en que en los fundamentos democráticos no encuentran la justificación de su actitud de revancha, división y articulación de un régimen autoritario.
No dudan un instante en recurrir a la ofensa o a la adjetivación procaz, sin medir las consecuencias futuras para el propio país; utilizan a la perfección el sentimiento de pena, no de solidaridad, cuando el Presidente se autocalifica inadecuadamente como ´indio´, lo que sin lugar a dudas le da a la lucha política nacional un contenido fuertemente racial, que es deliberadamente alimentado por el MAS.
La categoría etnia es parte del discurso oficial del Gobierno, no como una forma de reivindicar a los sectores marginados desde siempre y que hoy merecen una incorporación sincera y honesta a la política y a la economía, sino como un pretexto para alimentar el odio y la división entre bolivianos, al grado de evitar la construcción de un Estado intercultural.
Una gran muestra de la decisión de profundizar las contradicciones en lugar de resolverlas fue la realización de la Asamblea Constituyente, que concluyó en un monumental fracaso y que hoy se ha convertido en el centro del conflicto que se pinta como irresoluble, salvo que la resolución de aquéllas sea por otros medios no precisamente democráticos.
Entonces, lo sucedido el 24 de mayo no es nada más ni nada menos que parte de la implementación de la estrategia de la violencia del MAS en el país y del cumplimiento de la venganza presidencial en contra de Sucre.
*Germán Gutiérrez G.es abogado constitucionalista.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_246_616531.htm
Después de los sucesos del 24 de mayo en Sucre, ocasionados por el anuncio presidencial de asistir a actos no oficiales y paralelos del Primer Grito Libertario, lo que provocó una violenta represión por efectivos militares contra grupos de ciudadanos seguida por confrontaciones alentadas por la ministra —nada menos— de Justicia Torrico, el viceministro Sacha Llorenti y el delegado presidencial Lambertín, de sectores del partido de gobierno con ciudadanos chuquisaqueños, se ha desatado una campaña mediática feroz en contra de Sucre y Chuquisaca. Ésta incluyó aseveraciones que sólo hacen al interés parcial de la lucha política gubernamental emprendida desde el 6 de agosto, oportunidad en la que el presidente Morales amenazó con vengarse de la Capital de la República.
Y su palabra empeñada, hasta ahora, la ha cumplido prolijamente.
Para este efecto, el presidente Morales ha utilizado la estrategia de la confusión, presentando los hechos de una manera muy particular pues los tergiversa, los interpreta arbitrariamente, los polariza sin necesidad, en fin, no busca la solución al conflicto, por el contrario, aspira a encontrar el conflicto a la solución, porque son parte de su forma de ser y ver la política.
Tanto él como su partido no conciben la lucha política sin violencia. La democracia es apenas un medio utilitario para el logro de algunos de sus fines; empero, como la misma es insuficiente porque los limita con reglas molestas, las vulneran toda vez que pueden y quieren, en la medida en que en los fundamentos democráticos no encuentran la justificación de su actitud de revancha, división y articulación de un régimen autoritario.
No dudan un instante en recurrir a la ofensa o a la adjetivación procaz, sin medir las consecuencias futuras para el propio país; utilizan a la perfección el sentimiento de pena, no de solidaridad, cuando el Presidente se autocalifica inadecuadamente como ´indio´, lo que sin lugar a dudas le da a la lucha política nacional un contenido fuertemente racial, que es deliberadamente alimentado por el MAS.
La categoría etnia es parte del discurso oficial del Gobierno, no como una forma de reivindicar a los sectores marginados desde siempre y que hoy merecen una incorporación sincera y honesta a la política y a la economía, sino como un pretexto para alimentar el odio y la división entre bolivianos, al grado de evitar la construcción de un Estado intercultural.
Una gran muestra de la decisión de profundizar las contradicciones en lugar de resolverlas fue la realización de la Asamblea Constituyente, que concluyó en un monumental fracaso y que hoy se ha convertido en el centro del conflicto que se pinta como irresoluble, salvo que la resolución de aquéllas sea por otros medios no precisamente democráticos.
Entonces, lo sucedido el 24 de mayo no es nada más ni nada menos que parte de la implementación de la estrategia de la violencia del MAS en el país y del cumplimiento de la venganza presidencial en contra de Sucre.
*Germán Gutiérrez G.es abogado constitucionalista.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_246_616531.htm
La destrucción del estado
…ésta, es la Destrucción del Estado. Después, se viene el estado de barbarie. Y lo peor de todo es que dudo muchísimo que al Presidente y sus ministros les interese en lo más mínimo evitar que continuemos como vamos, cada vez más profundo en este abismo que, además, no tiene fondo Francis Fukuyama llama Construcción del Estado al proceso a través del cual se establece y consolida institucionalidad constitucional y democrática en un país. La instauración de dicha institucionalidad es el primer paso de un largo y difícil camino de posterior consolidación de la misma. Y es que una cosa es crear instituciones en base a normas de funcionamiento y organización, pero otra muy distinta es lograr que marchen correctamente y que las sociedades sientan que su existencia es fundamental para garantizar la convivencia pacífica. En 1985 los bolivianos, en unos casos, rescatamos las pocas instituciones que nos quedaban después de un largo período de dictaduras militares, en otros, tuvimos que reconstruirlas de los escombros que nos quedaban; todo para conseguir reiniciar nuestra vida en sociedad con un mínimo de estabilidad política y económica. Se puede decir que lo que hicimos fue reconstruir el Estado boliviano. Posteriormente, con las primeras reformas en el gobierno de Jaime Paz Zamora, principalmente a la CPE, la ley electoral, ley de partidos, y otras, iniciamos un proceso de consolidación institucional. Lamentablemente el año 2000, con la guerra del agua, se ha dado inicio a un proceso contrario (de desinstitucionalización) que crece como una bola de nieve, y que lejos de haber terminado con la crisis de octubre del 2003, ha sido profundizado por el gobierno de Evo Morales al punto de introducirnos en una nueva etapa. La etapa que vivimos hoy es la de la Destrucción del Estado. Hoy casi no existe un solo sector político en Bolivia cuyas acciones no vulneren la institucionalidad por lo menos un poco. Por supuesto que también hago alusión a la oposición política del gobierno. Debo decir que entiendo la lógica de sus acciones, porque en un partido de ajedrez en el que el adversario comienza a mover a los peones como si fueran reinas, sería muy estúpido, si no se quiere perder la partida, continuar aplicando los movimientos clásicos (los normales en realidad). Sin embargo, si es que no es tarde ya, creo que es necesario caer en cuenta de que detener este proceso es una tarea urgente, puesto que después de la Destrucción del Estado, ya sin ninguna institucionalidad, sin reglas y sin límites, lo que queda es el estado de barbarie. La salvación del Estado boliviano solamente será posible si todos hacen un alto en sus acciones. No va a funcionar si solamente lo hace la oposición o solamente el oficialismo. ¿Cree que soy un apocalíptico agorero? Hoy tenemos precios que suben constantemente en los mercados y un gobierno que no quiere verlo, lógicamente eso ha hecho que los maestros se movilicen contra el "gobierno hambreador", los mineros también están movilizados, los transportistas preparan medidas de presión, fuerzas armadas irregulares llamadas "ponchos rojos" se hacen con el control aduanero, grupículos fascistoides supuestamente juveniles y cruceñistas siguen funcionando en Santa Cruz, movimientos de oposición evitan que el Presidente visite varias regiones del país, pero los campesinos de Cochabamba también le han prometido palo al Prefecto si se acerca a las provincias, grupos supuestamente afines al gobierno hacen huir de Desaguadero a ministros y militares, en Tarija los ciudadanos de Yacuiba eligen a su propio Prefecto y los chaqueños pretenden crear un nuevo departamento, la coca excedentaria supera en un 200% lo que permite la ley y se cultiva en todos los lugares posibles, la fabricación de droga se ve tanto en zonas rurales como urbanas de cualquier ciudad de Bolivia, la producción de gas ya no alcanza para la Argentina, necesitamos conquistar mercados y generar empleos pero el gobierno prohíbe las exportaciones por razones políticas, ya son más de seis meses que por la irresponsabilidad del Vicepresidente y los parlamentarios estamos sin Tribunal Constitucional, y sin ese tribunal ya hemos pasado por la aprobación del textucho del MAS en la Asamblea Constituyente, por tres referéndums por estatuto autonómico, para el 22 el de Tarija, luego la elección de Prefecto en Chuquisaca, y hasta puede que acudamos al referéndum revocatorio del 10 de agosto sin Tribunal Constitucional. Si cree que soy un apocalíptico agorero, usted está ciego, porque ésta, es la Destrucción del Estado. Después, se viene el estado de barbarie. Y lo peor de todo es que dudo muchísimo que al Presidente y sus ministros les interese en lo más mínimo evitar que continuemos como vamos, cada vez más profundo en este abismo que, además, no tiene fondo. lizandrocolmos@gmail.com www.lizandrocolmos.blogspot.com
Fuente:
http://www.lostiempos.com/noticias/18-06-08/18_06_08_pv5.php
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http://www.lostiempos.com/noticias/18-06-08/18_06_08_pv5.php
Editorial La Razon: Constitución en vez de Revocatorio
Antes de llegar a semejante desquiciamiento legal, lo procedente es aprobar una nueva CPE en consenso, a través de la aplicación de los dos tercios de votos, ya sea en una nueva Asamblea Constituyente —tras el fracaso de la última— o en el Congreso Nacional.
Múltiples voces se han opuesto a la realización del referéndum revocatorio, previsto para el 10 de agosto, en consideración a que no existe una disposición constitucional que lo justifique. Si estuviera funcionando el Tribunal Constitucional, un pronunciamiento suyo echaría por tierra cualquier intento de aplicar una norma que no figura en la Constitución Política del Estado (CPE) vigente.
Al margen de los efectos negativos que tendría ese referéndum, se inferiría un golpe mortal a la institucionalidad y al sistema democrático nacional al eliminar y, más propiamente, violar los mandatos de cinco años que recibieron en las urnas el Presidente, el Vicepresidente, los parlamentarios (plurinominales y uninominales) y los prefectos de departamento en las elecciones generales del 18 de diciembre del 2005.
Antes de llegar a semejante desquiciamiento legal, lo procedente es aprobar una nueva CPE en consenso, a través de la aplicación de los dos tercios de votos, ya sea en una nueva Asamblea Constituyente —tras el fracaso de la última— o en el Congreso Nacional. Con una Carta Magna legalmente aprobada, no habría necesidad de un referéndum revocatorio ni de referendos departamentales autonómicos, porque las competencias de estos últimos se tendrían que aprobar previa concertación legal y legítima. Además, esa CPE daría paso al pacto político que tanta falta hace para pacificar al país.
Aunque a un presuntuoso dirigente campesino se le ocurrió decir que al proyecto de CPE del MAS no se le puede tocar ni una coma, lo que corresponde dejar establecido es que tal documento fue aprobado por el partido de Gobierno y sus aliados políticos pero sin la oposición, que representa a la otra mitad de los bolivianos.
Se trata, por tanto, de un texto elaborado fraudulentamente, con el que se quiere imponer al país un régimen autoritario y fragmentar su integridad en 36 naciones indígenas, entre otras innovaciones que se pretende introducir en la vida nacional.
Causa estupor que el oficialismo insista con su nueva CPE, cuando a todos los bolivianos les constan las maniobras que puso en práctica el MAS para elaborar un texto que resulta ser exclusivamente suyo. El imperativo de la hora es elaborar una Constitución que sirva de instrumento pacificador, que se traduzca en el pacto político y social que requiere el país.
La principal fuerza de la oposición, Podemos, por medio de su jefe, Jorge Quiroga, dio a conocer que está elaborando un proyecto de CPE que tendrá como base los informes en minoría de la fallida Asamblea Constituyente de Sucre. Y, en un gesto democrático, expuso que su organización política estará dispuesta a convalidar las partes del proyecto del MAS que merezcan figurar en el proyecto final, que sería presentado a los facilitadores del diálogo con el Gobierno.
En este caso, aparentemente, se abriría el documento a otras miradas y no se caería en las conductas lesivas que tuvo el MAS para aprobar su proyecto de Constitución, al extremo de que sus asambleístas —encerrados en un recinto militar en Sucre y, luego, en un auditorio en Oruro— votaron por consigna sólo el índice del mismo para que, finalmente, una oficialista “comisión revisora” redactara, en secreto, su texto final.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_245_616534.htm
Múltiples voces se han opuesto a la realización del referéndum revocatorio, previsto para el 10 de agosto, en consideración a que no existe una disposición constitucional que lo justifique. Si estuviera funcionando el Tribunal Constitucional, un pronunciamiento suyo echaría por tierra cualquier intento de aplicar una norma que no figura en la Constitución Política del Estado (CPE) vigente.
Al margen de los efectos negativos que tendría ese referéndum, se inferiría un golpe mortal a la institucionalidad y al sistema democrático nacional al eliminar y, más propiamente, violar los mandatos de cinco años que recibieron en las urnas el Presidente, el Vicepresidente, los parlamentarios (plurinominales y uninominales) y los prefectos de departamento en las elecciones generales del 18 de diciembre del 2005.
Antes de llegar a semejante desquiciamiento legal, lo procedente es aprobar una nueva CPE en consenso, a través de la aplicación de los dos tercios de votos, ya sea en una nueva Asamblea Constituyente —tras el fracaso de la última— o en el Congreso Nacional. Con una Carta Magna legalmente aprobada, no habría necesidad de un referéndum revocatorio ni de referendos departamentales autonómicos, porque las competencias de estos últimos se tendrían que aprobar previa concertación legal y legítima. Además, esa CPE daría paso al pacto político que tanta falta hace para pacificar al país.
Aunque a un presuntuoso dirigente campesino se le ocurrió decir que al proyecto de CPE del MAS no se le puede tocar ni una coma, lo que corresponde dejar establecido es que tal documento fue aprobado por el partido de Gobierno y sus aliados políticos pero sin la oposición, que representa a la otra mitad de los bolivianos.
Se trata, por tanto, de un texto elaborado fraudulentamente, con el que se quiere imponer al país un régimen autoritario y fragmentar su integridad en 36 naciones indígenas, entre otras innovaciones que se pretende introducir en la vida nacional.
Causa estupor que el oficialismo insista con su nueva CPE, cuando a todos los bolivianos les constan las maniobras que puso en práctica el MAS para elaborar un texto que resulta ser exclusivamente suyo. El imperativo de la hora es elaborar una Constitución que sirva de instrumento pacificador, que se traduzca en el pacto político y social que requiere el país.
La principal fuerza de la oposición, Podemos, por medio de su jefe, Jorge Quiroga, dio a conocer que está elaborando un proyecto de CPE que tendrá como base los informes en minoría de la fallida Asamblea Constituyente de Sucre. Y, en un gesto democrático, expuso que su organización política estará dispuesta a convalidar las partes del proyecto del MAS que merezcan figurar en el proyecto final, que sería presentado a los facilitadores del diálogo con el Gobierno.
En este caso, aparentemente, se abriría el documento a otras miradas y no se caería en las conductas lesivas que tuvo el MAS para aprobar su proyecto de Constitución, al extremo de que sus asambleístas —encerrados en un recinto militar en Sucre y, luego, en un auditorio en Oruro— votaron por consigna sólo el índice del mismo para que, finalmente, una oficialista “comisión revisora” redactara, en secreto, su texto final.
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http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_245_616534.htm
El retorno de Goldberg está atado al diálogo
Thomas Shannon, secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, asegura que Bolivia nunca ha pedido la extradición de Goni.
ARMANDO MORALESCorresponsal en Washington
El secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, uno de los hombres más fuertes del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, expresó su preocupación por lo ocurrido en La Paz, el 9 de junio, cuando una turba quiso intervenir la embajada de su país. Pero más preocupación, dijo, causó la reacción del Gobierno justificando los hechos y la destitución del jefe policial que ordenó la protección de la misión diplomática.
En una entrevista exclusiva con La Razón en Washington DC, Shannon habló sobre varios temas y dijo, sobre uno de los más sensibles: “Puedo asegurarle que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no está acá bajo ningún programa especial”.
¿Por qué se decidió llamar a consultas al Embajador de EEUU en Bolivia?Decidimos pedirle al embajador Goldberg regresar a Washington para consultas después de la manifestación del 9 de junio en La Paz, pero no por la manifestación en sí, sino por la manera de actuar del Gobierno. Hubo algunas palabras y actuaciones de parte del Gobierno boliviano que nos preocupó y que para nosotros puso en duda el compromiso del Gobierno de cumplir con sus obligaciones bajo la Convención de Viena, de garantizar la seguridad de nuestra misión diplomática y nuestros oficiales. Nos preocupó, específicamente, la decisión de reemplazar al comandante de Policía que actuó para proteger a la embajada y, después, la crítica fuerte, de parte de algunos miembros del Gobierno, a la actuación de la Policía Nacional. Y para nosotros la combinación de los dos elementos nos mandó una señal muy fuerte, y también a la Policía Nacional y a otras personas, de una falta de compromiso de parte del Gobierno, y para nosotros la seguridad de nuestras embajadas y nuestros oficiales es primordial. Nosotros no podemos hacer nuestro trabajo diplomático si no hay garantías de seguridad, entonces queríamos traer al embajador Goldberg para hablar con él sobre lo que está pasando en nuestra relación bilateral, en este momento, y ver cómo nosotros podemos cooperar con el Gobierno de Bolivia de una manera más exitosa acerca de nuestra seguridad y seguir con nuestras pláticas con el Gobierno con la esperanza de recibir un compromiso a cumplir sus obligaciones bajo la Convención de Viena.
¿Recuerda cuándo fue la última vez que se llamó a consultas a un embajador suyo? ¿Qué importancia tiene en la diplomacia ese tipo de medidas?Yo no recuerdo la última vez que hicimos eso en Bolivia. En la práctica de la diplomacia es algo que los países hacen cuando quieren mandar un mensaje al país anfitrión y cuando es necesario tener la oportunidad de platicar a fondo con el embajador Goldberg acerca de lo que está pasando en el país, pero estamos haciendo eso porque valoramos nuestra relación en Bolivia y valoramos nuestra presencia en Bolivia, y queremos asegurar que este momento de incertidumbre no se vuelva más peligroso. Queremos, en términos de relación bilateral, tener la oportunidad de entender bien lo que está pasando y luego sentarnos con el Gobierno de Bolivia para determinar cómo podemos resolver nuestras dudas para seguir trabajando en La Paz.
¿Por cuántos días viene el embajador Goldberg?No hemos determinado un plazo de tiempo que él va a estar acá. Mucho dependerá de las reuniones en Washington DC y de nuestro diálogo con el Gobierno de Bolivia.
El Gobierno boliviano volvió a sindicar al Gobierno de Estados Unidos de conspiración contra la gestión de Evo Morales, a través de Usaid. ¿Cómo entiende esa acusación tan fuerte?Nosotros tampoco entendemos ese tipo de acusaciones. En nuestro punto de vista no refleja la realidad de nuestra actuación en Bolivia y, ciertamente, no refleja nuestro entendimiento de la relación bilateral que tenemos con Bolivia y, especialmente, con el pueblo boliviano. Si uno ve la naturaleza de la relación, nosotros somos el donante —en términos de dinero– más grande que hay en Bolivia, en términos de asistencia económica y social. Somos el donante más grande en términos de asistencia antidrogas y somos uno de los socios comerciales más importantes. Yo creo que el año pasado el comercio bilateral era más o menos de 639 millones de dólares y Bolivia, en este momento, tiene un superávit en su comercio con nosotros. Estados Unidos mandó en el año 2007 productos por valor de 277 millones de dólares y Bolivia envió a Estados Unidos productos con un valor de 362 millones de dólares. Hay pocos países en Latinoamérica que tienen un superávit en términos comerciales con Estados Unidos.
En ese sentido, Bolivia ha ganado mucho de la relación comercial y, gracias al ATPDEA, nosotros hemos ayudado a crear casi 40 mil empleos, gran parte en El Alto y, casi todos, en el altiplano. Según nuestro punto de vista, nosotros somos un socio en el desarrollo de Bolivia, somos un socio en la democratización de Bolivia y queremos ser un socio en ayudar a Bolivia a enfrentar los grandes desafíos políticos, sociales y económicos que enfrenta hoy en día. Pero no podemos ser este socio si nuestra embajada y nuestros oficiales no tienen las garantías básicas que todas las instalaciones y personal diplomático deben tener.
Un tema sensible para Bolivia es la extradición del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada y el ex ministro Carlos Sánchez Berzaín. ¿Usted puede confirmar en qué estatus vive el ex presidente Sánchez de Lozada?Bajo las leyes de mi país no podemos hablar de casos específicos, pero yo puedo asegurarle que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no está acá bajo ningún programa especial; yo entiendo que hay algunas figuras políticas muy controversiales dentro de Bolivia. Pero es muy importante entender algo: Bolivia nunca ha sometido ningún pedido de extradición para este señor. Nunca. Entonces, es difícil entender la llamada que nosotros hemos escuchado, públicamente, del Gobierno de Bolivia si ellos no han sometido, por vías diplomáticas, un pedido de extradición.
Hace unos días, el embajador de Bolivia, Gustavo Guzmán, dijo en La Paz que el Departamento de Estado oculta información respecto a estos dos casos específicos.El embajador Gustavo Guzmán es amigo y yo lo conozco bien, pero nosotros no tenemos razón para ocultar nada. Al contrario, nosotros estamos muy dispuestos a trabajar con cualquier país en un asunto de justicia usando los mecanismos, normas y reglas que guían los procesos de cooperación de justicia en el área de leyes internacionales, y hay instrumentos bilaterales –como tratados de extradición, tratados de asistencia legal mutua— que el Gobierno boliviano puede usar para comunicarse con nosotros y estamos muy dispuestos de recibirlos, examinarlos y compartir con el Gobierno lo que podemos compartir.
Si se llegara a presentar el pedido de extradición. ¿Es posible revertir el asilo político de Sánchez Berzaín?No puedo hablar de un caso específicamente, pero, generalmente, el asilo político está otorgado por razones que pasan por encima de un pedido de extradición, porque los que hacen esta determinación, determinan que esta persona no puede volver a su país de origen por la amenaza que enfrenta allá. Pero es solo un comentario general.
¿El Departamento de Estado va a convocar al embajador Guzmán para que explique sobre lo ocurrido en Bolivia?Para empezar, nuestra embajada ya fue a varios ministerios en La Paz y yo llamé al embajador Guzmán (cuando estuvo) en La Paz para expresar mi preocupación, y ya mandamos una nota diplomática a la embajada acá. Ya hemos tenido la primera fase de comunicación. Cuando llegue el embajador Guzmán —creo que llegó anoche— yo tengo la esperanza de hablar con él más a fondo, sobre qué podemos hacer para recibir las garantías que estamos esperando.
¿Por qué se deterioraron las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos?No por falta de voluntad de nuestra parte. Tal vez es, simplemente, cuestión de sentarnos de nuevo y buscar o hacer otro intento de profundizar nuestro diálogo para entender bien las preocupaciones del Gobierno de Bolivia. Pero, como acabo de describir, desde nuestro punto de vista, si uno ve los indicadores y aspectos fundamentales de las relaciones bilaterales, son muy positivas. O sea, es nuestro socio en la lucha contra la pobreza y desigualdad, es socio en la lucha contra la exclusión social, es socio en la lucha para consolidar democracia y socio en la lucha contra el narcotráfico. Es impresionante, desde mi punto de vista, entonces el diálogo tiene que ser más fluido y positivo.
Un informe del Departamento de Estado del año pasado, presentado al Congreso, decía que la democracia estaba en riesgo en Bolivia y Venezuela. ¿Qué piensa ahora?Prefiero enfocarme en Bolivia y no en Venezuela. Pero yo diría que la democracia en Bolivia está pasando por un momento histórico y al fin del día positivo, porque Bolivia en este momento está tratando de construir un Estado que sea inclusivo, que responda a las necesidades de sectores de la población que históricamente han sido excluidos. Y esto es importante para Bolivia, para la región y Estados Unidos. Tenemos interés fundamental en el éxito de la democracia y el Estado democrático en Bolivia, y queremos hacer todo lo posible para ayudar al Gobierno, las instituciones y al pueblo boliviano a llegar a ese éxito.
En Bolivia surgieron versiones de que, con el último impasse, se estuviera poniendo en riesgo la continuación y renovación del ATPDEA. ¿Qué piensa sobre esa afirmación?Nuestro interés es en una relación positiva. Nosotros no queremos hablar de un castigo. Queremos construir una relación positiva y queremos enfocarnos en una relación positiva con el Gobierno y, en ese sentido, estamos interesados en expresiones de buena voluntad y la capacidad de actualizar esa buena voluntad. Si eso se puede actualizar, los beneficios para el pueblo de Bolivia van a aumentar dramáticamente. Hoy en día, el ATPDEA produce 40 mil empleos, pero Bolivia puede aprovechar de una manera más fructífera esa medida. De los cuatro países beneficiarios del ATPDEA, Bolivia es el que menos aprovechó, o sea que estos 40 mil empleos fácilmente pueden convertirse en 80 mil. Este enfoque no es negativo sino positivo, pero sin un socio que está dispuesto a trabajar con nosotros no hay nada que nosotros podamos hacer. Lo que digo es que el riesgo, hoy, no es perder el ATPDEA, sino tener un gobierno que no tiene la capacidad de aprovechar de todo el potencial y no tiene la capacidad porque ha tomado la decisión de construir una relación con nosotros que no es suficientemente positiva.
Hace unos meses se presentó una resolución en el Congreso estadounidense sobre la relación entre Bolivia e Irán, como un asunto de Estado. ¿Todavía mantienen esa preocupación?Primero, cada país es soberano y tiene derecho a determinar con quién tener relaciones y hay muchos países en América que tienen vínculos diplomáticos con Irán, pero está probado que Irán participó en los dos ataques terroristas en Argentina, en los 90, primero contra la Embajada de Israel y luego contra la sede de la AMIA, y hoy en día Irán está en violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU acerca del programa nuclear y nuestra respuesta a países que están construyendo una relación con Irán es ¡cuidado! Sabe bien con quién está tratando.
No me animaba a hacer esta pregunta, pero ¿por qué no se lo invita al presidente Morales a Washington DC? Podría ser más fructífero directamente tratar con él.Yo he tenido la oportunidad de hablar con él en varias oportunidades en La Paz y Nueva York, y yo no podría imaginar otras charlas de esa naturaleza en el futuro. Pero mi experiencia en la diplomacia es que los países tienen que mostrar la capacidad de resolver problemas, como los que estamos enfrentando hoy, a un nivel mucho más bajo que los líderes, si uno tiene que resolver problemas tan básicos a nivel de líderes, a qué nivel van a resolver los problemas grandes. Porque hay un solo Dios. ¿Me entiende? (risas…)
Para resumir, ¿qué piensa hacer el Departamento de Estado, de ahora en más, después de hablar con el embajador Goldberg, para proteger su embajada en Bolivia?Al fin del día nosotros necesitamos la cooperación con el país anfitrión para proteger una embajada, nosotros simplemente no tenemos la capacidad o el interés de protegerlo solitos. Esta es una sociedad entre el país anfitrión y el país que manda sus misiones diplomáticas, por eso hay la Convención de Viena. Esta es una de las razones que hemos tenido para que Goldberg venga porque realmente tenemos que revisar todo.
(Sobre si es posible retirar el asilo a Carlos Sánchez Berzaín) “El asilo político está otorgado por razones que pasan por encima de un pedido de extradición”.
“Si uno tiene que resolver problemas tan básicos a nivel de líderes, a qué nivel van a resolver los problemas grandes. Porque hay un solo Dios”
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_247_616574.htm
ARMANDO MORALESCorresponsal en Washington
El secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, uno de los hombres más fuertes del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, expresó su preocupación por lo ocurrido en La Paz, el 9 de junio, cuando una turba quiso intervenir la embajada de su país. Pero más preocupación, dijo, causó la reacción del Gobierno justificando los hechos y la destitución del jefe policial que ordenó la protección de la misión diplomática.
En una entrevista exclusiva con La Razón en Washington DC, Shannon habló sobre varios temas y dijo, sobre uno de los más sensibles: “Puedo asegurarle que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no está acá bajo ningún programa especial”.
¿Por qué se decidió llamar a consultas al Embajador de EEUU en Bolivia?Decidimos pedirle al embajador Goldberg regresar a Washington para consultas después de la manifestación del 9 de junio en La Paz, pero no por la manifestación en sí, sino por la manera de actuar del Gobierno. Hubo algunas palabras y actuaciones de parte del Gobierno boliviano que nos preocupó y que para nosotros puso en duda el compromiso del Gobierno de cumplir con sus obligaciones bajo la Convención de Viena, de garantizar la seguridad de nuestra misión diplomática y nuestros oficiales. Nos preocupó, específicamente, la decisión de reemplazar al comandante de Policía que actuó para proteger a la embajada y, después, la crítica fuerte, de parte de algunos miembros del Gobierno, a la actuación de la Policía Nacional. Y para nosotros la combinación de los dos elementos nos mandó una señal muy fuerte, y también a la Policía Nacional y a otras personas, de una falta de compromiso de parte del Gobierno, y para nosotros la seguridad de nuestras embajadas y nuestros oficiales es primordial. Nosotros no podemos hacer nuestro trabajo diplomático si no hay garantías de seguridad, entonces queríamos traer al embajador Goldberg para hablar con él sobre lo que está pasando en nuestra relación bilateral, en este momento, y ver cómo nosotros podemos cooperar con el Gobierno de Bolivia de una manera más exitosa acerca de nuestra seguridad y seguir con nuestras pláticas con el Gobierno con la esperanza de recibir un compromiso a cumplir sus obligaciones bajo la Convención de Viena.
¿Recuerda cuándo fue la última vez que se llamó a consultas a un embajador suyo? ¿Qué importancia tiene en la diplomacia ese tipo de medidas?Yo no recuerdo la última vez que hicimos eso en Bolivia. En la práctica de la diplomacia es algo que los países hacen cuando quieren mandar un mensaje al país anfitrión y cuando es necesario tener la oportunidad de platicar a fondo con el embajador Goldberg acerca de lo que está pasando en el país, pero estamos haciendo eso porque valoramos nuestra relación en Bolivia y valoramos nuestra presencia en Bolivia, y queremos asegurar que este momento de incertidumbre no se vuelva más peligroso. Queremos, en términos de relación bilateral, tener la oportunidad de entender bien lo que está pasando y luego sentarnos con el Gobierno de Bolivia para determinar cómo podemos resolver nuestras dudas para seguir trabajando en La Paz.
¿Por cuántos días viene el embajador Goldberg?No hemos determinado un plazo de tiempo que él va a estar acá. Mucho dependerá de las reuniones en Washington DC y de nuestro diálogo con el Gobierno de Bolivia.
El Gobierno boliviano volvió a sindicar al Gobierno de Estados Unidos de conspiración contra la gestión de Evo Morales, a través de Usaid. ¿Cómo entiende esa acusación tan fuerte?Nosotros tampoco entendemos ese tipo de acusaciones. En nuestro punto de vista no refleja la realidad de nuestra actuación en Bolivia y, ciertamente, no refleja nuestro entendimiento de la relación bilateral que tenemos con Bolivia y, especialmente, con el pueblo boliviano. Si uno ve la naturaleza de la relación, nosotros somos el donante —en términos de dinero– más grande que hay en Bolivia, en términos de asistencia económica y social. Somos el donante más grande en términos de asistencia antidrogas y somos uno de los socios comerciales más importantes. Yo creo que el año pasado el comercio bilateral era más o menos de 639 millones de dólares y Bolivia, en este momento, tiene un superávit en su comercio con nosotros. Estados Unidos mandó en el año 2007 productos por valor de 277 millones de dólares y Bolivia envió a Estados Unidos productos con un valor de 362 millones de dólares. Hay pocos países en Latinoamérica que tienen un superávit en términos comerciales con Estados Unidos.
En ese sentido, Bolivia ha ganado mucho de la relación comercial y, gracias al ATPDEA, nosotros hemos ayudado a crear casi 40 mil empleos, gran parte en El Alto y, casi todos, en el altiplano. Según nuestro punto de vista, nosotros somos un socio en el desarrollo de Bolivia, somos un socio en la democratización de Bolivia y queremos ser un socio en ayudar a Bolivia a enfrentar los grandes desafíos políticos, sociales y económicos que enfrenta hoy en día. Pero no podemos ser este socio si nuestra embajada y nuestros oficiales no tienen las garantías básicas que todas las instalaciones y personal diplomático deben tener.
Un tema sensible para Bolivia es la extradición del ex mandatario Gonzalo Sánchez de Lozada y el ex ministro Carlos Sánchez Berzaín. ¿Usted puede confirmar en qué estatus vive el ex presidente Sánchez de Lozada?Bajo las leyes de mi país no podemos hablar de casos específicos, pero yo puedo asegurarle que el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no está acá bajo ningún programa especial; yo entiendo que hay algunas figuras políticas muy controversiales dentro de Bolivia. Pero es muy importante entender algo: Bolivia nunca ha sometido ningún pedido de extradición para este señor. Nunca. Entonces, es difícil entender la llamada que nosotros hemos escuchado, públicamente, del Gobierno de Bolivia si ellos no han sometido, por vías diplomáticas, un pedido de extradición.
Hace unos días, el embajador de Bolivia, Gustavo Guzmán, dijo en La Paz que el Departamento de Estado oculta información respecto a estos dos casos específicos.El embajador Gustavo Guzmán es amigo y yo lo conozco bien, pero nosotros no tenemos razón para ocultar nada. Al contrario, nosotros estamos muy dispuestos a trabajar con cualquier país en un asunto de justicia usando los mecanismos, normas y reglas que guían los procesos de cooperación de justicia en el área de leyes internacionales, y hay instrumentos bilaterales –como tratados de extradición, tratados de asistencia legal mutua— que el Gobierno boliviano puede usar para comunicarse con nosotros y estamos muy dispuestos de recibirlos, examinarlos y compartir con el Gobierno lo que podemos compartir.
Si se llegara a presentar el pedido de extradición. ¿Es posible revertir el asilo político de Sánchez Berzaín?No puedo hablar de un caso específicamente, pero, generalmente, el asilo político está otorgado por razones que pasan por encima de un pedido de extradición, porque los que hacen esta determinación, determinan que esta persona no puede volver a su país de origen por la amenaza que enfrenta allá. Pero es solo un comentario general.
¿El Departamento de Estado va a convocar al embajador Guzmán para que explique sobre lo ocurrido en Bolivia?Para empezar, nuestra embajada ya fue a varios ministerios en La Paz y yo llamé al embajador Guzmán (cuando estuvo) en La Paz para expresar mi preocupación, y ya mandamos una nota diplomática a la embajada acá. Ya hemos tenido la primera fase de comunicación. Cuando llegue el embajador Guzmán —creo que llegó anoche— yo tengo la esperanza de hablar con él más a fondo, sobre qué podemos hacer para recibir las garantías que estamos esperando.
¿Por qué se deterioraron las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos?No por falta de voluntad de nuestra parte. Tal vez es, simplemente, cuestión de sentarnos de nuevo y buscar o hacer otro intento de profundizar nuestro diálogo para entender bien las preocupaciones del Gobierno de Bolivia. Pero, como acabo de describir, desde nuestro punto de vista, si uno ve los indicadores y aspectos fundamentales de las relaciones bilaterales, son muy positivas. O sea, es nuestro socio en la lucha contra la pobreza y desigualdad, es socio en la lucha contra la exclusión social, es socio en la lucha para consolidar democracia y socio en la lucha contra el narcotráfico. Es impresionante, desde mi punto de vista, entonces el diálogo tiene que ser más fluido y positivo.
Un informe del Departamento de Estado del año pasado, presentado al Congreso, decía que la democracia estaba en riesgo en Bolivia y Venezuela. ¿Qué piensa ahora?Prefiero enfocarme en Bolivia y no en Venezuela. Pero yo diría que la democracia en Bolivia está pasando por un momento histórico y al fin del día positivo, porque Bolivia en este momento está tratando de construir un Estado que sea inclusivo, que responda a las necesidades de sectores de la población que históricamente han sido excluidos. Y esto es importante para Bolivia, para la región y Estados Unidos. Tenemos interés fundamental en el éxito de la democracia y el Estado democrático en Bolivia, y queremos hacer todo lo posible para ayudar al Gobierno, las instituciones y al pueblo boliviano a llegar a ese éxito.
En Bolivia surgieron versiones de que, con el último impasse, se estuviera poniendo en riesgo la continuación y renovación del ATPDEA. ¿Qué piensa sobre esa afirmación?Nuestro interés es en una relación positiva. Nosotros no queremos hablar de un castigo. Queremos construir una relación positiva y queremos enfocarnos en una relación positiva con el Gobierno y, en ese sentido, estamos interesados en expresiones de buena voluntad y la capacidad de actualizar esa buena voluntad. Si eso se puede actualizar, los beneficios para el pueblo de Bolivia van a aumentar dramáticamente. Hoy en día, el ATPDEA produce 40 mil empleos, pero Bolivia puede aprovechar de una manera más fructífera esa medida. De los cuatro países beneficiarios del ATPDEA, Bolivia es el que menos aprovechó, o sea que estos 40 mil empleos fácilmente pueden convertirse en 80 mil. Este enfoque no es negativo sino positivo, pero sin un socio que está dispuesto a trabajar con nosotros no hay nada que nosotros podamos hacer. Lo que digo es que el riesgo, hoy, no es perder el ATPDEA, sino tener un gobierno que no tiene la capacidad de aprovechar de todo el potencial y no tiene la capacidad porque ha tomado la decisión de construir una relación con nosotros que no es suficientemente positiva.
Hace unos meses se presentó una resolución en el Congreso estadounidense sobre la relación entre Bolivia e Irán, como un asunto de Estado. ¿Todavía mantienen esa preocupación?Primero, cada país es soberano y tiene derecho a determinar con quién tener relaciones y hay muchos países en América que tienen vínculos diplomáticos con Irán, pero está probado que Irán participó en los dos ataques terroristas en Argentina, en los 90, primero contra la Embajada de Israel y luego contra la sede de la AMIA, y hoy en día Irán está en violación de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU acerca del programa nuclear y nuestra respuesta a países que están construyendo una relación con Irán es ¡cuidado! Sabe bien con quién está tratando.
No me animaba a hacer esta pregunta, pero ¿por qué no se lo invita al presidente Morales a Washington DC? Podría ser más fructífero directamente tratar con él.Yo he tenido la oportunidad de hablar con él en varias oportunidades en La Paz y Nueva York, y yo no podría imaginar otras charlas de esa naturaleza en el futuro. Pero mi experiencia en la diplomacia es que los países tienen que mostrar la capacidad de resolver problemas, como los que estamos enfrentando hoy, a un nivel mucho más bajo que los líderes, si uno tiene que resolver problemas tan básicos a nivel de líderes, a qué nivel van a resolver los problemas grandes. Porque hay un solo Dios. ¿Me entiende? (risas…)
Para resumir, ¿qué piensa hacer el Departamento de Estado, de ahora en más, después de hablar con el embajador Goldberg, para proteger su embajada en Bolivia?Al fin del día nosotros necesitamos la cooperación con el país anfitrión para proteger una embajada, nosotros simplemente no tenemos la capacidad o el interés de protegerlo solitos. Esta es una sociedad entre el país anfitrión y el país que manda sus misiones diplomáticas, por eso hay la Convención de Viena. Esta es una de las razones que hemos tenido para que Goldberg venga porque realmente tenemos que revisar todo.
(Sobre si es posible retirar el asilo a Carlos Sánchez Berzaín) “El asilo político está otorgado por razones que pasan por encima de un pedido de extradición”.
“Si uno tiene que resolver problemas tan básicos a nivel de líderes, a qué nivel van a resolver los problemas grandes. Porque hay un solo Dios”
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080618_006307/nota_247_616574.htm
Editorial La Patria: El dinero del pueblo
Importantes instituciones locales, profesionales, empresariales, laborales y algunas cívicas no comprometidas han expresado mediante comunicados públicos su profunda preocupación por la forma en que se disponen los pocos recursos económicos con que cuenta el Departamento y que se malgastan en actividades políticas dejando de lado un necesario plan de desarrollo que sea cumplido eficientemente y satisfaga la expectativa ciudadana entregándose obras de beneficio comunitario y no sólo de promoción partidista.
Leer nota completa:
http://lapatriaenlinea.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1459&Itemid=33
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Denuncia desde Oruro: Pedro Montes está agarrado de la manga del Gobierno
“Yo no digo que no hay traición, pero finalmente acá, don Pedro Montes está más agarrado de la manga con el gobierno, que hacer respetar los derechos de los trabajadores”, aseveró ayer el secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), Jaime Solares, refiriéndose a la actitud del ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, sobre las movilizaciones de los trabajadores que fueron un completo fracaso.
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