Con el mismo ritmo que en Estados Unidos se va configurando la composición del gobierno de Barack Obama, durante los meses de noviembre y diciembre de 2008, sectores lúcidos y democráticos de la sociedad civil en Bolivia se aprestan a votar por el "NO" en el Referendo (25/01/2009), mediante el cual el MAS pretende imponer a Bolivia una Constitución Política del Estado de carácter retrógrado en lo político y anarquizante en lo económico, imbuida de fundamentalismo etnicista, plagada de horrores legales, envilecedora del Estado de Derecho, sepulturera de la economía de mercado, degolladora del empresariado del país y autora del único genocidio jurídico en el Planeta de los jueces como grupo humano. Mientras Estados Unidos con Obama parece orientarse hacia una etapa de zonas luminosas, anunciadoras de un nuevo renacimiento científico, tecnológico, democrático y humanista, Bolivia con el MAS se encamina hacia las tinieblas de un oscurantismo poblado de dogmas; de tendencias negadoras de la libertad humana; adversario del progreso; de tufo colectivista impugnador de la capacidad creativa de las personas; nutrido de posiciones confrontacionales; ajeno al genuino pluralismo; afincado en la trasnochada ideologización del período de la guerra fría; saturado de designios de imposición; divorciado de la templanza y de la concertación; comprometido con la conflictividad; opuesto al imperio de la ley; engullidor abusivo de competencias y atribuciones ajenas. En Bolivia sabíamos que Evo no es Mandela. Asimismo, en el transcurso de noviembre y diciembre hemos podido comprender por qué Obama no es Evo. Después de muchos siglos de racismo, estamos entrando a una era de mestizaje global. Obama, de madre estadounidense y padre africano, con su niñez transcurrida en Hawai e Indonesia, es un excelente representante no del unilateralismo etnicista, sino de la esplendidez universal del mestizaje. En Bolivia, en caso de no haber tenido a los asesores de ONG radicales, a los chavistas y a los castristas, Evo tal vez hubiese podido tener una auto percepción más clara de que en un liderazgo mestizo se halla la clave para constituirse en Presidente de todos los bolivianos. No lo hizo. Siguió el consejo de sus asesores impregnados de obsoleta ideologización, y se sintió convocado a representar el papel de Emisario de los Dioses Andinos y nuevo Mesías de los Originarios de la Tierra. Obama no es Evo: sabe que es Presidente porque en Estados Unidos su candidatura ha resultado triunfante en base a una mayoría electoral de mestizos, en cuyo conjunto hay sectores de blancos y semi blancos, negros y semi negros, amarillos y semi amarillos, latinos y semi latinos, indígenas y semi indígenas
http://www.lostiempos.com/noticias/02-01-09/puntos_de_vista.php
Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE
viernes, 2 de enero de 2009
Juan Carlos Urenda: Estado centralista con autonomías
El proyecto de Constitución aprobado en el Congreso Nacional propone una novedosa forma de Estado, en la que coexisten regímenes territoriales autónomos con un gobierno central acaparador y desmesurado, fórmula “a la boliviana” que generaría un Estado contradictorio en sí mismo y, por lo tanto, fallido. El grado de autonomía de las entidades territoriales se mide por las competencias que les son asignadas. En el caso de las autonomías departamentales, es cierto que el proyecto establece una estructura básica compuesta por gobiernos departamentales encabezados por un gobernador y una asamblea legislativa con facultad de dictar leyes departamentales, pero ¿de qué sirve esa estructura si el proyecto no otorga a los gobiernos departamentales las competencias necesarias para que puedan funcionar de manera autónoma? Lo que pasa es que ni el partido de Gobierno ni los partidos centralistas que acordaron el proyecto creen verazmente en la autonomía, por eso ni la “comisión clandestina” ni la de “negociación” trataron las competencias de los regímenes autónomos departamentales. Lo que sí trataron con cuidado fueron las competencias del Gobierno central, que suman nada menos que 63, distribuidas en privativas indelegables, exclusivas, compartidas y concurrentes, creando lo que probablemente sea el catálogo constitucional de jurisdicciones para el Gobierno central más extenso y sobredimensionado del mundo (por ejemplo España tiene sólo 32 competencias exclusivas del Gobierno central). En todas esas atribuciones el nivel central tiene la potestad de dictar leyes nacionales que naturalmente definirán las competencias centralizadamente. Los proyectistas perdieron de vista aspectos centrales de los regímenes autónomos. Por ejemplo, no concedieron a los gobiernos departamentales competencias para definir políticas públicas en educación y salud, materias básicas de todo régimen autónomo. Es más, en estas materias hay un retroceso con relación a la legislación actual porque el proyecto establece que incluso la gestión de las tareas de educación y salud es una labor compartida entre el Gobierno central y los departamentales. Esto es centralismo puro en las competencias más sensibles para la población. Asimismo, la autonomía departamental está atada a una “ley marco de autonomías” que establece los mecanismos de elaboración de los estatutos, la transferencia de competencias y nada menos que el régimen económico financiero de las competencias autonómicas. Luego, mantienen los cinco niveles de Gobierno: el nacional, los departamentales, los regionales (pudiendo acceder a ellos las provincias), los municipales y los indígenas. Los gobiernos regionales no harán otra cosa que cercenar competencias y recursos a los gobiernos departamentales, y los cinco niveles de gobierno garantizan la ingobernabilidad. Hubo, pues, una conversión sin fe en las autonomías y el resultado es un régimen de autonomías departamentales que contiene el germen de su propia ineficiencia y anulación, concebido precisamente por los representantes de los departamentos donde ganó el No por dicha forma de Estado. Por eso está mal hecho.
http://www.laprensa.com.bo/noticias/02-01-09/02_01_09_opin1.php
http://www.laprensa.com.bo/noticias/02-01-09/02_01_09_opin1.php
Puka Reyesvilla: Matarollo y matamorales
Rodolfo Mattarollo nació en 1939 en Buenos Aires, Argentina. Ferviente admirador de Hugo Chávez y Evo Morales, de quienes depende económicamente”. Esta cita textual —y esta columna contendrá otras más— no fue tomada de un artículo de Manfredo Kempff, como se podría suponer, sino de la semblanza sobre el funcionario bonaerense que Wikipedia publica en su permanentemente consultado sitio web.
Ante la posibilidad de que alguien considere como arbitrarios sus contenidos —éste en particular—, permítaseme hacer algunas considera- ciones acerca de cómo opera el sistema: Wikipedia se jacta de ser la más nutrida fuente de información sobre el conocimiento acumulado por la humanidad hasta el presente y, para tal efecto, permite que cualquier persona en el mundo la alimente con datos sobre diferentes materias, datos que pasan por un filtro de eruditos que evalúan su fiabilidad para proceder a su publicación. De todos modos, si un lector detecta inexactitudes o falsedades, puede impugnarlos y corregirlos. Siendo que la semblanza de Mattarollo data de hace más de un año, es obvio que nadie la ha desmentido. Este mismo hecho —la data— certifica que dicha información no está influida por su actuación en la misión que la Unasur le encomendó en Bolivia. Ergo, ¿puede alguien que admira fervientemente a Evo Morales y que depende económicamente de él ser un investigador ecuánime?
“Caudillo de azarosa vida desde su tierna infancia, sufriendo vejámenes, jurando vengarse de sus enemigos. A veces solitario y triste, otras comunicativo, audaz y enérgico en sus decisiones. Caudillo que de libertador asume, por su egolatría, la actitud que le conducirá a su propio calvario”, escribe el galeno Walter Arteaga sobre Morales.
“¿Eres egocéntrico?” le pregunta Magela Baudoin, a lo que Morales responde con otra interrogante: “¿qué es eso?”. La periodista le explica el significado y el entrevistado contesta afirmativamente (entrevista publicada el 11 de junio de 1995 en el suplemento “Ventana” de La Razón). En la misma entrevista, Morales echa flores a la prensa: “He aprendido mucho de los periodistas porque me di cuenta que era obligatorio revisar los periódicos para saber qué estaba hablando el Gobierno. Entonces, al momento de leer los periódicos encuentras buenos términos, bonitos términos y conceptos”.
Evidentemente, Baudoin entrevista a Evo, pero —¡Oh!— Arteaga versa sobre Agustín, el Morales al que Arguedas describió como “angurriento, interesado, egoísta y acaparador”, aquel a quien apodaban kuchi pecke (cabeza de chancho). El mismo que, luego de ultrajar a uno de sus edecanes, fuera ultimado con siete tiros provenientes de la pistola Schmidt calibre 22 disparados por el Jefe de Edecanes —a la sazón, sobrino suyo—, arma que desde entonces (27 de noviembre de 1872) se conoce como matamorales.
Primer acto: Mattarollo, ferviente admirador de Evo y de quien depende económicamente, prepara un informe a la medida del Gobierno.
Segundo acto: No acaba el Gobierno de engolosinarse con dicho informe cuando la prensa, esa en la que Morales encuentra bonitos términos y conceptos, pone en evidencia el “caso Quintana”, aguándole la fiesta. Tercer acto: Furioso, Morales ultraja en público a un periodista.
Desenlace: Por fortuna, los periodistas no andan portando matamorales.
http://www.la-razon.com/versiones/20090102_006595/nota_246_739598.htm
Ante la posibilidad de que alguien considere como arbitrarios sus contenidos —éste en particular—, permítaseme hacer algunas considera- ciones acerca de cómo opera el sistema: Wikipedia se jacta de ser la más nutrida fuente de información sobre el conocimiento acumulado por la humanidad hasta el presente y, para tal efecto, permite que cualquier persona en el mundo la alimente con datos sobre diferentes materias, datos que pasan por un filtro de eruditos que evalúan su fiabilidad para proceder a su publicación. De todos modos, si un lector detecta inexactitudes o falsedades, puede impugnarlos y corregirlos. Siendo que la semblanza de Mattarollo data de hace más de un año, es obvio que nadie la ha desmentido. Este mismo hecho —la data— certifica que dicha información no está influida por su actuación en la misión que la Unasur le encomendó en Bolivia. Ergo, ¿puede alguien que admira fervientemente a Evo Morales y que depende económicamente de él ser un investigador ecuánime?
“Caudillo de azarosa vida desde su tierna infancia, sufriendo vejámenes, jurando vengarse de sus enemigos. A veces solitario y triste, otras comunicativo, audaz y enérgico en sus decisiones. Caudillo que de libertador asume, por su egolatría, la actitud que le conducirá a su propio calvario”, escribe el galeno Walter Arteaga sobre Morales.
“¿Eres egocéntrico?” le pregunta Magela Baudoin, a lo que Morales responde con otra interrogante: “¿qué es eso?”. La periodista le explica el significado y el entrevistado contesta afirmativamente (entrevista publicada el 11 de junio de 1995 en el suplemento “Ventana” de La Razón). En la misma entrevista, Morales echa flores a la prensa: “He aprendido mucho de los periodistas porque me di cuenta que era obligatorio revisar los periódicos para saber qué estaba hablando el Gobierno. Entonces, al momento de leer los periódicos encuentras buenos términos, bonitos términos y conceptos”.
Evidentemente, Baudoin entrevista a Evo, pero —¡Oh!— Arteaga versa sobre Agustín, el Morales al que Arguedas describió como “angurriento, interesado, egoísta y acaparador”, aquel a quien apodaban kuchi pecke (cabeza de chancho). El mismo que, luego de ultrajar a uno de sus edecanes, fuera ultimado con siete tiros provenientes de la pistola Schmidt calibre 22 disparados por el Jefe de Edecanes —a la sazón, sobrino suyo—, arma que desde entonces (27 de noviembre de 1872) se conoce como matamorales.
Primer acto: Mattarollo, ferviente admirador de Evo y de quien depende económicamente, prepara un informe a la medida del Gobierno.
Segundo acto: No acaba el Gobierno de engolosinarse con dicho informe cuando la prensa, esa en la que Morales encuentra bonitos términos y conceptos, pone en evidencia el “caso Quintana”, aguándole la fiesta. Tercer acto: Furioso, Morales ultraja en público a un periodista.
Desenlace: Por fortuna, los periodistas no andan portando matamorales.
http://www.la-razon.com/versiones/20090102_006595/nota_246_739598.htm
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