Quinta derrota del MAS

Ya no sabemos si vale la pena seguir contabilizando las consecutivas derrotas del MAS, si éstas no hacen que se les mueva un pelo, y si continúan, como si nada pasara, metiendo la pata y desafiando a la revancha por venir. El triunfo de doña Savina Cuéllar, el domingo, en Chuquisaca, ha sido incuestionable. Una plaza fuerte del MAS ha caído en manos de sus adversarios y S.E. aparenta no mosquearse. Pese a las dádivas y los cheques y a los discursos disparatados y peligrosos, pesaron nomás los muertos de La Calancha. Los chuquisaqueños —sobre todo los sucrenses— le han dado un revés a Evo Morales como se lo dieron Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, pero S.E. no va a reaccionar rectificando su conducta. Por el contrario, insiste en provocar grandes enredos internos e internacionales.
Internamente se solaza amenazando con lo que sucederá en el referéndum ´revocatorio´ del 10 de agosto. Lo toma como la gran revancha de sus sucesivos tropiezos. Efectivamente, como se ha planteado la proporcionalidad en el voto, a S.E. no se le revocará el mandato ni perdiendo 15 puntos con relación a los comicios del 2005. Los que corren serios riesgos son algunos prefectos que, aun ganando, pueden ser revocados. Así que la metida de pata de la oposición en el Senado puede tener un costo muy alto y un efecto contrario al que se buscaba, es decir que puede fortalecer al Presidente.
Externamente, los errores suman y siguen. A la retirada del embajador norteamericano en La Paz y la expulsión de Usaid para dejar manos libres en el Chapare, viene la retirada del embajador de Perú, Fernando Rojas, que es llamado a ´consultas´. Ya sabemos lo que en el plano diplomático significan esas ´consultas´, porque, muchas veces, los consultados no retornan, lo que resulta muy grave. Todo porque S.E. no deja de entrometerse abiertamente en la política interna peruana, criticando desde sus tratados de libre comercio hasta sus relaciones con Estados Unidos. Esto último es lo que ha provocado una airada reacción del Presidente del Congreso de Perú, que ha pedido una ´reevaluación de las relaciones´ con Bolivia.
En fin, que S.E. se cree el ´protector´ redivivo de una nueva Confederación Perú-boliviana, sin consultarles nada a los peruanos y sólo escuchando al plenipotenciario itinerante Solón y a los que, sobre Choquehuanca, influyen nuestra política exterior como Quintana y Rada. ¿Es que Bolivia ya le queda chica a S.E.?
Pero, venga lo que venga, está muy claro que el MAS ya no ostenta la fuerza de hace dos años y, además, que le hayan ganado en su cancha, como aconteció el domingo en Chuquisaca, ya es mucho decir. Porque en cancha ajena, en el oriente y el sur del país, ni Evo ni el MAS tienen la menor chance. Se avecinan días de politiquería, chambonadas y hambre por doquier.
*Manfredo Kempff S.es escritor y diplomático.