crisis política que agobia al país y compromete a muchísimos actores de la confusa pieza teatral en varios actos que comenzó con mucho entusiasmo y fue perdiendo interés ante miles de espectadores que no desean seguir viendo una actuación forzada y poco seria que ya no recoge aplausos.La situación se complica cuando deben ser tratados temas relacionados con el interés regional, situación que exige de los actores una mayor responsabilidad para cumplir mínimamente una agenda social que satisfaga la expectativa de la ciudadanía ávida de soluciones a sus problemas, aunque al mismo tiempo muy pasiva y conformista para seguir resistiendo el drama de nuestro atraso.Si en el ámbito nacional sobresalen abiertamente serias contradicciones en la administración gubernamental, no son menos notorias las que se observan de manera regional y que sumadas nos colocan en la incertidumbre de no saber hacia dónde vamos, qué esperamos o qué nos deparará el destino.La clase política nacional no encuentra la manera de formalizar el acercamiento necesario que abra el anunciado, anticipado y luego frustrado diálogo que en el momento actual se hace imprescindible para evitar un colapso inminente de nuestra institucionalidad, lo que se convertiría en la parte más negativa del drama en que nos desenvolvemos, actores y espectadores.No querer reconocer la realidad de cambio que se genera en el país con la fuerza de la ciudadanía, por encima de los simples “movimientos sociales” que están quedando sólo como instrumentos de choque y sin determinaciones precisas para generar los cambios que ahora son responsabilidad de grandes conglomerados en la mayoría de los departamentos del país, es un grave error que pesará con fuerza a la hora de medir la proyección de la nueva Bolivia.Se han cumplido fases importantes que demuestran la resolución ciudadana para encarar un cambio sustancial en la administración de los recursos de cada región sin que tal proceder signifique de modo alguno alterar el sistema unitario que rige en nuestro país y que más bien se fortalece cuando se habla de una nación fuerte, solidaria, justa y equitativa. Frente a los cambios innegables el Estado debería asumir responsablemente la misión de unir a los ciudadanos, reconociendo que hay urgencia de dialogar más que de confrontar fuerzas con un referéndum revocatorio a todas luces inequitativo, injusto en su proyección porcentual y que de no ser modificado en su modo operativo puede desatar la reacción ciudadana, todavía reprimida ante una serie de hechos que nos muestran con mucha claridad esas dos caras del teatro, la de tristeza que es de la mayoría ciudadana y la otra de alegría que es demostración de soberbia en la pieza teatral que puede llegar a su fin de manera abrupta y dolorosa. Hay que adecuar el guión a la realidad nacional, entendiendo y admitiendo lo que desean miles de espectadores y no lo que de manera caprichosa quieren pocos actores.
Fuente:http://lapatriaenlinea.com/index.php?option=com_content&task=view&id=2798&Itemid=33
Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE
viernes, 4 de julio de 2008
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