El cultivo de la coca

El Gobierno está preparando, desde hace más de un año, el anuncio de que ha decidido aumentar el área autorizada para la coca de 12.000 a 20.000 hectáreas.
Mientras se desconoce exactamente cómo se calcularon ambas cifras, este tema llega en un momento incómodo, pues la comunidad internacional recibe informaciones preocupantes de la ONU sobre el incremento de la producción de cocaína.
El último informe señala que los cultivos bolivianos crecieron en 5% el año pasado y, según las perspectivas, este año podría ser peor todavía, si se toma en cuenta que los colonizadores han decidido dedicarse a la coca en amplias regiones de los llanos.
Los sindicatos de colonizadores de Samaipata han resuelto pasarse al grupo de los cultivadores de coca, en tanto que otros amplían la frontera de la hoja sagrada hasta áreas de los parques nacionales.
Los aspirantes a convertirse en cocaleros reciben un involuntario aliciente de parte del presidente Evo Morales cuando dice que, en caso de dejar su actual cargo, volverá a ser cocalero.
Bueno sería que Morales muestre a sus seguidores que la coca no es el único futuro de los bolivianos y que él mismo, como líder, quiere demostrarles que hay otras formas de ganarse la vida, diferentes a la de producir la materia prima de la droga.
En este momento, la producción de hoja de coca excede a la demanda tradicional y medicinal, según todos los cálculos. Sólo los cultivos de Yungas exceden aquella demanda.
Los cultivos del Chapare están por demás y es muy probable que se encuentren destinados sólo a atender la demanda de los fabricantes de droga. Se trata, por tanto, de un caso especial que depende exclusivamente de Morales, quien, además, es el presidente de las seis federaciones de cocaleros del Chapare.
Un cambio del Mandatario, que supondría la admisión de que la coca es perniciosa para miles de jóvenes que consumen droga en el mundo y que terminan con sus cerebros destruidos, ayudaría mucho tanto a su propia imagen como a la del país.
No es tarde para que el Gobierno revise su visión sobre la coca y admita que es la materia prima de una de las drogas más dañinas para los consumidores.