Todavía no se ha concretado de manera práctica la propuesta vicepresidencial de aplicar en el país una “nueva política económica” que reemplazaría sin lugar a dudas al Plan Nacional de Desarrollo (PND) que fuera implementado al iniciar su gestión el actual Gobierno y que tras dos años y meses no ha dado ningún resultado práctico que pueda mencionarse como una novedad.Seguramente por la ineficiencia de aquel plan de desarrollo es que el segundo mandatario del país se lanzó abiertamente a promocionar lo que considera una propuesta alternativa para activar la economía nacional aunque contradiciendo los alcances del PND que fuera presentado como elemento fundamental de la política “social” del partido gobernante, que sin embargo no funcionó.Para ciertos observadores este asunto tiene dos connotaciones particulares, la primera que es una demostración de la falta de coordinación en los más altos niveles del Poder Ejecutivo en materia de planes económicos y desconocimiento tácito del Decreto Supremo 29272 ó la alternativa que podría significar una reacción de pura conciencia para enderezar el torcido proyecto económico nacional que está prácticamente liquidado.En la apreciación de otros expertos económicos la situación planteada abre algunas opciones empezando por tomar en cuenta la posición política que otorga el vicepresidente a su propuesta remarcando que “el Estado debe tener mayor presencia en la economía”, lo que significaría más nacionalizaciones. Hay que aprovechar la coyuntura presente para recordar al vicemandatario que la experiencia recogida con la aplicación de ciertos modelos “estatistas” nos ha demostrado que la usurpación de libertades económicas así como la ingerencia gubernamental directa en esa materia siempre han terminado en el desastre y trascendido a las soluciones políticas que no son otras que el rompimiento entre el pueblo y el gobierno de turno pero además con saldos calamitosos en la economía del país que ha costado mucho sacrificio revertirlos para mantener una imagen de solvencia y la predisposición para salvar la crisis y el negativo efecto de medidas demagógicas que no solucionan los problemas existentes.No es posible vivir con tanta incertidumbre, con muestras contradictorias al interior del sistema gobernante, donde la avidez de protagonismo está por encima de la responsabilidad funcionaria para solucionar problemas que afectan al pueblo y que necesitan soluciones pragmáticas y no meras propuestas ideológicas. Hay que revertir el efecto de los daños que ocasionan las medidas arbitrarias dictadas no hace mucho con fines de controlar los sistemas productivos y presionarlos para reducir precios, cuando en realidad la inflación reinante necesita programas de coyuntura para hacer competitiva nuestra producción nacional que por causas políticas se encuentra al borde de un verdadero colapso. Consideramos que falta imaginación y responsabilidad a nuestros gobernantes, no es cuestión de proponer nuevo modelo económico cuando ni siquiera el primero que esbozaron está siendo debidamente ejecutado.
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