Camino a comprar remedios para la hipertensión del estrés de los tiempos, no gusté lo que tocaban en la radio y cambié a una emisora centrada en algo que evito: noticias y entrevistas. El locutor hacía filigranas mezclando preguntas relevantes con obsecuencia, evitando agraviar a un ministrillo de pocas pulgas. ¡Vaya juego de cintura del esbirro demonizando al enemigo político! Despotricaba contra los llamados confinados de Pando, al justificar abusos a las leyes y al debido proceso. Otra cínica finta ministerial eludió la verdad con cantaleta de moda de pobrecitos cobrizos enfrentados a blancos brutales. Desnudó la mentira la foto de una policía, de piel café con chorrito de leche como la mayoría mestiza de bolivianos. Fue vejada por cobrizos de uniforme, ¿por ser policía?, ¿por ser mujer?, ¿por no interponerse, ilusa, entre bandos armados y enervados por rumores? No faltó uno que engordó trepando de adalid de derechos humanos a bedel de montoneras, congraciándose con el ministro atropellador de leyes que condenó sin proceso a convivir con gusanos a un prefecto elegido en las urnas. Amenazó de "hormigonear" al incomunicado, quizá luego de ver un film de mafiosos ahorrando mezcla de cemento soterrando vivas a sus víctimas. Habría que recordarle que en el occidente del país entierran fetos de llamas en cimientos, no seres humanos. ¿O será éste el hormigón del cambio? Remató semejante despliegue de cinismo el propio Evo Morales, al que la propaganda hace aparecer como santo varón rodeado de súcubos e íncubos que están jodiendo a la democracia en el país. Por sus rabietas, se está a punto de perder cinco, diez, veinte o cincuenta mil empleos con el menoscabo de rebajas arancelarias de EEUU, y el mandatario pontifica de dignidad. Lindo hablar de esa dama con la barriga llena de platillos predilectos preparados por un chef en Palacio, o los platos rebosantes que sirven en las giras endulzadas con almíbar de cheques venezolanos. No soy ajeno al escepticismo al ponderar ¿qué podemos esperar de un régimen de cambio en la imagen y semejanza de Hugo Chávez? El cambio parece relevo de rateros. Transparencia Internacional anota que Haití (177) y Venezuela (158) son los países más corruptos de la región: el más rascabuche y el que tiene la faltriquera repleta de petrodólares. Flaco consuelo es que Bolivia ocupe el puesto 108 en tal vergonzante lista, poco más arriba de otros émulos del chavismo: Argentina (109), Honduras (126), Nicaragua (134), Paraguay (138) y Ecuador (151). Este es gobierno de apariencias falaces, con un Presidente que exige multilingüismo sin hablar bien el español y desconociendo su lengua materna. Bolivia ha reculado más de una docena de lugares en el ranking de países competitivos, al imitar ser una versión pobretona de Venezuela. ¿Acaso tiene sentido cambiar la dependencia de la superpotencia mundial, por ser huele pedos de un país de tercer orden, al que se le acabarán los quintos de sobra cuando el petróleo caiga debajo el umbral de los $us 75 el barril (ya bajó a $us 78)? Estudios revelan que el auge de exportaciones bolivianas se debe a los precios más que al aumento de producción. Los altos precios de materias primas han sacado al país de escolta sempiterna de Haití en lo que a pobreza se refiere. Por eso causan risa los ministros en romería por el ATPDEA, para hacer sana, sana, culito de rana a los gringos después de las torpezas de Evo Morales a su embajador. Alardean de bonanza en el país como nunca en la historia. Es una burbuja que se está reventando con la crisis en la primera economía del mundo, que al agriparse contagia de pulmonía a otros países. En Bolivia será enfermedad de silicosis minera y cólico de gas sin explotar. La cereza en la torta del mal gobierno de Evo Morales es la fijación en una Constitución fulera en la que todo es negociable, menos dos cosas. Que el aprendiz de Hugo Chávez pueda ser reelecto y las tierras del oriente, que han puesto al país en el mapa mundial con modestos logros de producción, sean repartidas entre vástagos de fracasados de la reforma agraria de 1953. Sobre lo primero, cabe recordar que el eslogan de Francisco Madero para enfrentar a Porfirio Díaz e iniciar en 1910 la Revolución Mexicana fue "Sufragio Efectivo, No Reelección" . En Bolivia el voto efectivo fue mellado por los últimos fraudes electoreros y nadie quiere prórrogassean para civiles o militares que deformen la democracia representativa. Lo segundo es bobería pura. Hoy urge unir a los opositores de la imposición de una Constitución fraudulenta. Si el egoísmo de los políticos impide aglutinar una opción indígena ilustrada, por lo menos se debe imitar la resistencia civil en la Venezuela cansada de su dictador manirroto. El Consejo Nacional de Laicos recomienda no dejarse engañar con la arremetida de fines de noviembre de Hugo Chávez para remontar su derrota constitucional de antes. ¡Hágase lo mismo en Bolivia, rechazando la Constitución amañada con un NO rotundo en el referendo! Porque en la Constitución masista pretenden una mayor ideologización institucional al estilo cubano; un exagerado control del ciudadano y sus bienes, de la administración pública, de las instituciones y la economía; se impulsa mayor centralismo y concentración del poder. Imponen la voluntad de un sector por encima de todos; restringen el derecho a la propiedad privada y constituyen un Estado dueño de todo; desvirtúan las Fuerzas Armadas poniéndolas al servicio de una ideología política; niegan la participación ciudadana; concentran todo el poder en una sola autoridad; revierten los procesos autonómicos. En palabras de Juan Pablo II, tanto en Venezuela como en Bolivia, la paz debe realizarse en la verdad; debe construirse sobre la justicia; debe estar animada por el amor; debe hacerse en la libertad. winstonest@yahoo.com.mx
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Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE