CAMPESINOS EXIGEN A COCALEROS TRIBUTAR

Los productores de hoja de coca del Chapare de Cochabamba y de los Yungas del departamento de La Paz deberían pagar un impuesto por la producción de coca, para paliar los graves problemas económicos que soportan varios sectores sociales en Bolivia, sugirió el dirigente campesino de la zona Andina de Cochabamba, Benito Rocha.
Según el sindicalista cochabambino, “desde la incursión del Evo Morales a la Presidencia de la República (2006), la hoja de coca se ha convertido en un negocio redondo para pocos campesinos, donde al calor de la ilegalidad se enriquecen y viven como reyes, en cambio los campesinos de zonas altas estamos viviendo en penuria sin alimentos y sin protección del Estado”.
Los productores de hoja de coca del Chapare de Cochabamba, añadió, son los más beneficiados de la política gubernamental de Morales y, por lo tanto, tienen la obligación de tributar por cada cato de producción de la denominada hoja milenaria. “De los millones de dólares que circulan en el mercado boliviano, por la venta de coca, sería necesario que una parte de ellos vayan a las comunidades rurales más pobres para mejorar la seguridad alimentaría”, dijo Rocha.
De acuerdo a las normas legales vigentes en el país las plantaciones de hoja de coca no deben pasar de 12.000 hectáreas, sin embargo el Presidente propuso que la cifra se amplíe a 20.000 para impulsar la industrialización del arbusto.
“Los cocaleros se están volviendo ricos y los campesinos, nos estamos volviendo más pobres”, insistió.
La hoja de coca, que fue vetada por Estados Unidos, será industrializada desde diciembre por sus bondades alimenticias y medicinales. ANF