Hace poco visitó España el Presidente de México, quien fue recibido con todos los honores, en un ambiente de respeto como merecía el Primer Mandatario de una Nación que también respeta y sabe comportarse, sin quejarse por los 500 años pasados ni atribuyendo a la oposición de su país intención de derrocarlo. Contrastando con ese comportamiento, el presidente Evo Morales concurre a todos los eventos internacionales sólo para quejarse, como llorona profesional, sin cambiar el contenido de su disco rayado, contra las oligarquías de su país, de las que dijo que quieren echar del gobierno al “indio” —como le llama, displicentemente, su maestro venezolano, que oficia de su protector, mentor y amigo— y seguir quejándose por los 500 años de opresión; acusar al “imperio” que, según él, lo persigue y repetir, como ventilador que esparce mugre, la cháchara de Chávez, del que oficia de su altoparlante, lanzando acusaciones desaprensivas contra mandatarios de otros países que desprecian la amistad del megalómano pretencioso de suceder al Libertador, hasta ganarse, como se ha ganado, la respuesta del Presidente peruano que le dijo que se calle —como hizo callar el Rey de España al bocón de Venezuela— quien le advirtió, seriamente, que se abstenga de intervenir en asuntos internos de su país. Nunca hemos sabido que un Presidente de la República fuera tratado tan duramente como lo fue el señor Evo Morales, como tampoco Presidente alguno, remedando al de Venezuela, fue tan desbocado como es el señor Morales para vergüenza de los bolivianos, cuyos actos nos salpican a todos, menos, seguramente, a algunos militantes del MAS que no se dan cuenta de los alcances de los actos de su jefe que los ha vuelto ricos de la noche a la mañana. La obsecuencia del presidente Morales a Chávez llega a lo intolerable: Su primera reacción ante la noticia del rescate de un grupo de colombianos de poder de las FARC, fue decir que el artífice de esa liberación fue su mentor y protector Hugo Chávez. La prensa internacional divulgó la declaración como la noticia tonta del momento, puesto que el mundo supo que ese rescate fue obra única y exclusiva del gobierno de Álvaro Uribe y de las FF.AA. colombianas. En lo interno, en el país, el discurso permanente del presidente Morales es de camorra, de confrontación y de amenaza, llamando a los cocaleros a “hacer llorar a la oposición”. Ni siquiera respeta a la gente que le sirve, como el Vicepresidente de la República a quien, en discurso televisado, entre sonrisas y disculpas maliciosas, por subrayadas, le atribuyó la calidad de “primera ama de casa” de su gobierno, a sabiendas de los rumores que circulan sobre este dignatario de Estado. La agresión a la Embajada norteamericana encabezada por el terrorista Roberto de la Cruz y la expulsión de Usaid del Chapare, son actos irresponsables protegidos por el mismo presidente Morales que cree que está en la retina de Bush, sin advertir que éste ni siquiera lo menciona. Y no es que el señor Morales no se dé cuenta de la proyección de sus actos. La conoce en toda su dimensión. Sabe que la presencia de Usaid en el Chapare es un obstáculo para el desarrollo desenfrenado del narcotráfico que busca libertad para expandirse y crecer; por eso, “saluda” la expulsión que han hecho de ese órgano de ayuda extranjera los productores de materia prima para la principal factoría de cocaína del país, de los que él es su jefe. Estas y otras actitudes que dicen con la liquidación de la democracia en Bolivia y su desinstitucionalización, no las confiesa el señor Morales a tiempo de gimotear en busca de apoyo internacional. No avisa que su programa ocupacional para la gente del campo está basado en la facilitación del viaje de esos hombres y mujeres al extranjero para que busquen trabajo allende la patria en vista de que en el país la lucha contra la pobreza, que no es otra que la generación de fuentes ocupacionales, no pasa del discurso demagógico ante las masas campesinas, que las usa y abusa para sus fines personales. No avisa que una auténtica indígena campesina —como no es él— le ganó con el voto de los campesinos, de los pobres y los ricos la Prefectura de Chuquisaca, a la que la atacó gastando una millonada de dólares para evitar su elección, traicionando así al sector indígena que él dice defender. En fin, no avisa que este país está manejado por un grupo de “llokallas” que le rodean en el Palacio de Gobierno —calificativo que les da don “Filipo”, fundador del MAS— en cuyas manos están los destinos de Bolivia. Por tanto, no avisa que lo que quiere el pueblo boliviano, constituido por millones de bolivianos y no por cuatro oligarcas, como nos llama el Presidente, es que se vayan todos esos “llokallas” que están destruyendo la patria, uno de los cuales, el detestable Contreras, como lo califica su amigo Chávez, con apariencia de haber renunciado a sus funciones del Palacio de Gobierno sigue oficiando de testaferro del MAS.
Fuente:
http://www.lostiempos.com/noticias/06-07-08/06_07_08_pv4.php
Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE
lunes, 7 de julio de 2008
DEFIENDE TUS DERECHOS, VOTA NOO!!
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