Aunque no estoy tan flaco para calificar de encantador de serpientes, con la faz moruna que me honra sólo faltaría el turbante y la bola de vidrio para ganarme la vida de adivinador: vaticiné hace meses la llegada a Bolivia de los AK 47, el fusil de asalto de mayor difusión de la historia.
Bastó que encontraran uno en un vehículo alquilado por la embajada venezolana en la pifia terrorista en Yacuiba de un subteniente boliviano, miembro del entorno especial de seguridad de Su Excelencia y recién llegadito de Venezuela, adonde no viajó a comer arepas. Cuento chino que un jefe militar aclare que el AK 47 era de donación pekinesa.
El affaire sustentó mi vaticinio de que fue uno del 10% de los 100.000 Kalashnikov que Hugo Chávez compró a Rusia. Aunque vengan con cuentos de trueque por vaquillas, tarde o temprano reemplazarán a los Mauser de los Ponchos Rojos de Achacachi; serán segura dotación de los Cachetes Verdes del Chapare y de los Jetones Pirómanos de El Alto.
Hoy me adelanto tres semanas al llamado referéndum revocatorio, que una bravuconada típica de sus prácticas sindicales populacheras hiciera lanzar al presidente Morales hace tiempo. Tal planchazo futbolero ocurrió antes de que a pesar de la plata y la propaganda, en el escenario venezolano sobreviniera la paliza que universitarios caraqueños, conscientes del daño a su democracia representativa, prostituida por el prebendalismo y amenazada de prorroguismo, propinaran a la Constitución chavista.
Temblaron las choquezuelas en el émulo pobretón andino y el proyecto quedó congelado como caldillo base de alguna futura sopa de brujas política. La ocasión fue propicia cuando la autonomía propinó un rotundo cuatro a cero al diseño de país centralista y demagógico de Evo Morales, en los referendos departamentales de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. Luego siguió el quinto gol con la derrota gobiernista en la elección prefectural de Chuquisaca, cuya titular será pronto gobernadora del quinto departamento autonómico.
Es probable que en el país las masas ignaras prefieran a Evo Morales porque simpatizan con su pasado humilde, aunque poco se parezca el falsario a un Abraham Lincoln, leñador pobretón que estudió leyes a la luz de una vela, o del indio zapoteca Benito Juárez, que sin hablar español hasta sus 13 años, se superó y de abogado llegó a héroe nacional.
El referéndum revocatorio surgió como última arma antes de rendir el fuerte al ímpetu de la autonomía. Aunque mi bola de cristal lo muestra tan vano como la contraofensiva de Hitler en las Ardenas en la agonía de la II Guerra Mundial, el empujón en contra de la autonomía es más ridículo en tanto fue viabilizado por la miopía de Poder Democrático y Social (Podemos), opositor que confabulado con el partido oficialista, confundió naranjas con peras al envidiar (o asustarse) de un venido a menos rol de partidos tradicionales, frente a un robusto Consejo Nacional Democrático (Conalde), compuesto de prefectos autonomistas electos.
El tema de fondo, queridos paparulos opositores, es la pugna entre la visión de país que ofrecen al pueblo boliviano, por un lado, el centralismo prorroguista y de etnopopulismo antidemocrático de Evo Morales; por otro, la Bolivia democrática representativa, autonómica y productiva, que administra sus propios recursos más cerca del control de los ciudadanos de las regiones.
El referéndum revocatorio es partido que se jugará con réferi bombero al que le dan cuerda desde el Palacio Quemado, sin mencionar el descaro de la clonación de votantes que detectaron las cortes electorales departamentales. Reglas injustas por lo desiguales favorecen al ahijado de Hugo Chávez, cuya chequera de petrodólares permite el manoseo informático y propagandístico de sus agentes chavistas en el proceso electoral. ¿Para qué leer las entrañas de alguna ave, como las pitonisas de tiempos romanos, si el referéndum revocatorio es como querer ganarle a un tahúr cuyos dados están cargados?
Lo último que se pierde es la esperanza. Queda aún la que insufla la sabiduría del pueblo. ¿Quién dice si la gente discierne y le dice No a un Evo Morales centralista y Sí a las regiones autonómicas con prefectos electos? La gente sabe que a caballo regalado no se le miran los dientes, pero cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía: intuye que cheques chavistas sin contraloría se dispendian sin control ni auditoría.
Ya hay evidencia de que los chavistas son tan torpes metiendo mano a referendos bolivianos, como bella es la mujer venezolana hoy cinco veces reina universal. Porque si de chambonadas se trata, vean fotos de la parada militar caraqueña del 5 de julio. Un camión del ejército se volcó en pleno desfile; al camión de auxilio se le desangró el aceite. A un vehículo artillado que tal vez enfrentará a la IV Flota estadounidense se le derramó un pedazo —ojalá que no el cerebro electrónico— en el pavimento. La abanderada de la academia militar olvidó subirse el cierre de la bragueta. Quizá algún negociado con los uniformes hizo que la costura fuese tan ordinaria que un cadete rompió el fondillo hasta la rodilla: ni pensar si hubiese tenido que hacer un paso de parada al modo boliviano.
No podíamos quedar al margen. El presidente Morales, que seguro sabe comer salteñas sin chorrearse, se pringó la camisa blanca de salsa golf de los camarones del almuerzo, y su atolondrada comitiva fue incapaz de proveerle una camisa limpia hasta contar diez, como debiera ser.
Por prudencia no abusaré de mis dotes de chamán con presagios del futuro político de Hugo Chávez (y su acólito boliviano). Pero inquieta por mal augurio la presencia de cuatro gallinazos o suchas, posados en los Monolitos de los Próceres que flanqueaban la bandera de Venezuela, durante el desfile militar de su día nacional en Caracas.
*Winston Estremadoiroes antropólogo.
Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE