Subeditorial La Razón: Un referéndum peligroso e inconstitucional

El referéndum revocatorio que ha sido convocado para el mes de agosto y curiosamente aprobado por un senado opositor, es algo que se puede calificar, cuando menos, como riesgoso. Para comenzar, no está contemplado dentro de la legalidad constitucional.
Poner en la balanza de la decisión ciudadana el mandato del Presidente de la República, del Vicepresidente y de los prefectos, cuyo plazo está determinado por ley, es algo totalmente reñido con la Constitución Política del Estado en vigencia.
Ese referéndum es riesgoso porque, desde la característica de las preguntas sometidas a la voluntad popular, parece que existiera engaño. Es evidente, además, porque ya lo han manifestado, que los prefectos de Santa Cruz, Cochabamba, Beni, Pando y Tarija no aceptan el referéndum y se corre el riesgo de que tampoco lo acepte el próximo prefecto de Chuquisaca, por lo menos en caso de que ganase la favorita de las encuestas, la disidente del MAS Savina Cuéllar.
En esas circunstancias se agregarán más distancias entre el Poder Ejecutivo y los prefectos, lo que no es conveniente para hacer un buen gobierno ni para ninguna de las regiones.
Alegando la inconstitucionalidad y contra una Corte Nacional Electoral cuestionada por diferentes sectores, se podría llegar a lo que ya se teme, y es que en cuatro o cinco departamentos se llame a la abstención y al desconocimiento de esta consulta. Analistas y algunos de los directamente involucrados en el referéndum han señalado también que falta una proporcionalidad equilibrada en el voto, lo que favorecería al Presidente y al Vicepresidente y podría eliminar a prefectos de la oposición.
Pero, en el fondo, lo que produce un malestar general es la forma cómo se está jugando con el sistema democrático, en el que sólo se toma en cuenta a los probables "ganadores" del revocatorio, sin reparar en los perjuicios que se provoca al país. El referéndum no ayudará a resolver la crisis política; al contrario, probablemente la profundice.
Incertidumbre es lo único que ofrece esa consulta, con lo que dificulta aún más el mal momento por el que atraviesa el país. Solamente resta esperar que se imponga la cordura a través del respeto a las leyes.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080627_006316/nota_245_622257.htm