Si nos ponemos a pensar en serio, debemos darnos cuenta que el próximo domingo es el día en que tenemos la última oportunidad de oponernos a los despropósitos masistas que sólo buscan eternizarse en el Palacio de Gobierno, mediante la práctica democrática del voto, democracia a la que, sea dicho, detestan, no la practican y a la que, paradójicamente, se oponen. Si se impone la Constitución masista en el referéndum, cosa que es lo más probable, porque se impondría el voto consigna; es decir, el voto ovejuno, con un Padrón nada confiable, donde hasta los muertos votarán, ya no tendremos otra oportunidad de vivir en un país en democracia.Al margen de todo lo que se dice en pro y en contra de la nueva Constitución que está poniéndose en consulta, hay elementos que la descalifican en su origen, porque es ilegal. Fue aprobada en un cuartel en La Glorieta y dentro de un cerco de ponchos rojos en Oruro; es decir, fuera de la sede legal que era la ciudad de Sucre, la que tuvo de sufrir la muerte de tres personas y cientos de heridos. No se debatió ni uno sólo de los artículos, bastaron los levanta manos; y se la reformó por un grupo de parlamentarios, sin atribuciones constitucionales para que ello suceda. En una palabra, acudiremos a las urnas el próximo domingo para legalizar lo ilegal y avalar con nuestro voto los despropósitos de una Asamblea Constituyente que no tuvo la menor idea de lo que es redactar una Constitución.Sólo nos queda la leve esperanza de poder rechazarla o de mostrar al mundo que la mitad de la ciudadanía se opone a un texto que viene a ser sólo un listado de artículos, en su mayoría, incoherente y contradictorios; excluyentes y peligrosamente depredadores de la institucionalidad.Ya lo dijeron los propios militantes del partido de gobierno, “es sólo una Constitución puente”, la que, si es aprobada, necesitará de cientos de leyes para ponerla en ejecución y donde aprovecharán para volver al radicalismo del texto original que sólo fue maquillado para no crear más oposición.Se supone que una Constitución es un cuerpo legal que norma básicamente la vida legal, social, económica e institucional de un Estado; pero, este no es el caso. Un solo artículo de la Constitución masista, permitirá a los nuevos parlamentarios realizar los cambios que se les antoje, con sólo una “mayoría de los presentes”; es decir, las leyes que ya están listas para salir del Palacio de Gobierno, adecuarán la Nueva Constitución y no al revés como tendría que ser. Normalmente un Estado serio tiene una Constitución a la que deben adecuarse todas las demás leyes.Un tema, de por sí sensible, es el de las autonomías departamentales, el que dio más de un dolor de cabeza al gobierno; ahora, para pretender engañar a la población, los que antes tildaban a los autonomistas de separatistas, imperialistas y oligarcas, se han convertido, por arte y magia de la demagogia, en furiosos defensores de las autonomías departamentales, pero no sin antes agregarle un condimento que le cambia por completo el sabor a ese plato fuerte: el de las autonomías regionales e indígenas originarias. Con sólo eso, chao a las autonomías departamentales. Por eso lo vemos a don Evo gritar, hasta caricaturísticamente: “¡¡Autonomía!!, ¡¡Autonomía!!...” con la permisividad de la política del “meterle nomás”.Sólo nos queda una última oportunidad para oponernos a la nueva Constitución masista; la última oportunidad de defender una verdadera democracia; la última oportunidad de vivir en un país para todos los bolivianos, con respeto, dignidad y libertad. La última oportunidad de decir, conciencialmente, NO al texto constitucional masista.Por lo menos…esa es mi opinión.
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Este blog ha sido creado para que los paceños nos quitemos el estigma de que somos masistas. LA PAZ NO APOYA AL MAS, La Paz no apoya los afanes totalitarios del gobierno de Evo Morales. Bienvenidos los nuevos lectores: LA PAGINA SE ACTUALIZA DIARIAMENTE