ORURO: Nos toman por tontos, por eso hay democracia

Si nos considerasen más listos no habría democracia, eso tenlo por seguro, habría otra cosa muy distinta. En mi libertad de expresión manifiesto mi emp...Una aglomeración humana de más tamaño que el de la tribu empieza a oler a peloteo triunfalista, clientelismo, imbecilidad o subproducto de universidad. Uniformados y triturados por una educación demoledora, nos martillean los cráneos a diario con noticias de que cumple. El territorio vital del bípedo humano es hasta donde alcanzan sus ojos, el pueblo, la ciudad, la comarca acaso. Pero la televisión y la radio prolongan nuestra vista y nuestro oído más allá de los límites naturales, más allá de la comarca. Con la creación de cientos de emisoras y canales de televisión al muy estilo chavista nos conectan a un sistema informativo que nos acerca al cretinismo y a la imbecilidad manifiesta. Como sucios violadores entran en el recinto sagrado de nuestras mentes agitándola, ensuciando el agua limpia, saturándola. El ruido por el ruido, noticias inconexas, miedo permanente a ser echados y dejar la gran mamadera, esas son las armas que devastan la mente, esas son las armas que enfrentan a la posible libertad de tu expresión. Y, la publicidad y la falsa democracia actual como un hombre libre, porque para empezar un hombre libre no toleraría un gobierno que imponga, mentiroso, fraudulento ni mucho menos retrógrada.No se puede dejar en manos de unos cuantos arribistas -que son todos unos serviles mediocres, unos cuantos rodados con bocas de muñeca hinchable- el gobierno de un departamento y de un país.Ahora que se habla tanto de la asignatura de religión o de cambas o collas, ellos y nosotros, pensemos en este asunto. Esta asignatura -la de ciudadanía o convivencia- debería ser un eje vital de todo el sistema educativo: enseñar deberes y no sólo derechos, enseñar no solo a colocar tu mano en el pecho y la otra levantada al entonar las sacrosantas notas de nuestro Himno Nacional sino a vivirla poniéndonos de ejemplo, porque la recompensa a la aplicación de estos deberes es la responsabilidad personal que lleva a la libertad, y eso es condición previa e indispensable para la auténtica democracia. Nadie hay más esclavo que el que está pendiente de las bobadas que cometen sus gobernantes: y da su voto, su tiempo y su vida a cambio de la legumbre. Pero la conquista de la libertad es personal, difícil, en estos tiempos audiovisuales casi tarea heroica. Para eso hay que desenchufarse del ruido y del potro de tortura al que estamos encadenados por ojos y oídos y empezar a escucharnos a nosotros mismos. Esa debería ser la cadena más vista y más oída. Nos roban la realidad y el dinero. Nos hacen comprar panes de alasitas, lentes que obscurecen tus ojos a tan triste realidad, tapones a los ruidos y quejidos del pueblo que se baña en hambre y miseria, nos robotizan para enterrar a nuestro muertos, nos hacen votar a cambio de limosnas que otorgan a los abuelos y niños, y estos votos avalan la permanencia de mediocres. Y a la gente que está fuera de este circo nos llaman enemigos.Nos toman por tontos, se burlan de los que votamos para que se vayan. En estos momentos, el supuesto triunfador dueño y señor del departamento de Oruro se erige empoderado nuevamente por el favor del voto rural (fraude), rodeado de desesperados seguidores que hacen resonar sudorosos aplausos. Poco después el enclave presidencial, cónclave de la mentira, vórtice de la infamia, rodeado de la chusma, la gleba, dejan plantados a todo un país que espera resultados de unidad. Ojalá el fin de la parodia llegue a su fin. Y nuestro país y departamento de Oruro tenga autoridades que tomen en cuenta y hagan respetar nuestras decisiones y esos jardines sembrados de sabiondos analistas, constitucionalistas se aparten de la verborrea y se animen a tomar las riendas porque lo plantado se marchita.(*) Abogado