La amistad con Estados Unidos

Evo Morales está actuando en política exterior como si estuviera en los sindicatos cocaleros, en los que se habla con la rudeza y la tosquedad propias de esos medios. Cuidado que alguien pierda los estribos y le diga cosas que en el país nadie quiso hacerlo, por no humillarlo, pero en el mundo externo jamás va a haber reparos ni consideraciones con él. Debería tener presente que existe un adagio popular que expresa: no te atrevas a tanto, teniendo cola de paja.
Desde que asumió el poder mostró ya sus garras contra los Estados Unidos, afirmando repetidamente que conspira contra él, sin que, empero, hubiera presentado hasta ahora una sola prueba. Además, en forma constante, maltrató al embajador Philip Goldberg, de manera inaceptable en las relaciones diplomáticas. El 9 de junio dispuso que gente de El Alto, sometida a estricto control de asistencia, mediante tarjetas, asaltara e incendiara la Embajada de Estados Unidos, violaciones que no se consumaron porque la Policía lo impidió. Por último, ordenó a sus cocaleros que expulsen del Chapare al organismo de cooperación estadounidense (Usaid) y luego los aplaudió por lo que hicieron. En forma personal, tiene derecho a ejercer sus opciones políticas, pero como Presidente de Bolivia debe respetar los derechos y los intereses de todos los bolivianos. Sin embargo, claramente puede advertirse su sometimiento al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, imitándole incluso en su lenguaje, hablando del ´imperio´, cuando se refiere a los Estados Unidos. A cambio de ello, recibe dinero para repartir a diario prebendas que lastiman la dignidad nacional.
Dado su talante autoritario, no toma en cuenta que más de la mitad de los bolivianos tiene gratitud y admiración por los Estados Unidos. Como no es más que un aparecido en la política, Morales ignora que este país ha sido el amigo más estrecho de Bolivia, que siempre tuvo la buena disposición de cooperarla económica y técnicamente. En las pasadas dos décadas, esa cooperación se ha traducido en más de 2.000 millones de dólares. Eran los tiempos en que el país sólo producía minerales para la exportación, a precios bajísimos. Después emergió Santa Cruz, exportando soya y algunos otros productos alimenticios. En los últimos 10 años, con las preferencias arancelarias estadounidenses, en el país surgió la anhelada industria manufacturera, la que ahora puede desaparecer, por las torpezas de Morales.
Actualmente, el Presidente y sus ministros se sienten navegar en millones de dólares y están gastando dispendiosamente, al extremo de que un diputado masista se ufanó de que ´tenemos plata´, por lo que no le hacía mella que el país deje de recibir este año la cooperación estadounidense de la Cuenta del Milenio, consistente en más de 600 millones de dólares. Es necesario repetir, una y otra vez, que aquel dinero proviene de los altos precios del gas natural producido por la capitalización de YPFB, así como de los minerales.
*Alberto Zuazo N.es periodista.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080703_006322/nota_246_625683.htm