Todavía no se disipaba la humareda provocada por los gases lacrimógenos y la gente seguía merodeando por los alrededores de la embajada norteamericana. No se había cumplido la amenaza de la toma del búnker y de su posterior quema, en una suerte de adelantamiento del festejo de la noche de San Juan. Un sagaz reportero se acerca al dirigente de la movilización para la correspondiente evaluación de los acontecimientos y obtiene como única respuesta: ´Esto es sólo un calentamiento´. Ni sarcasmo, ni humor negro; sino todo lo contrario. Una suerte de Marx ch\'ukuta, pero más bien de la tendencia Groucho. O en códigos locales, estilo David Santalla, cuando hace de enojón con ese bigote a la Azkargorta. Pero volvamos al calentamiento, en este caso, local. Esa frase denota un sentido del humor…. negro (o sea, tipo carbón) más que un sinsentido. Porque si esta vez la movilización fue un calentamiento nomás, cómo será cuando las papas quemen o cuando arda París, para usar frases trilladas
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