Rodolfo Mier Luzio: Primero la patria

Los actos de recordación del 6 de agosto, fueron empañados por diversas actitudes de miembros del gobierno y algunas agrupaciones sindicales que en lugar de hacer una pausa en sus protestas, para reverenciar a Bolivia, prosiguieron con sus manifestaciones callejeras, olvidándose que es deber de todo boliviano honrar el día de nuestra independencia.El gobierno entregó dos muertos como regalo sangriento este 6 de agosto, y el Presidente en lugar de dirigir un discurso patriótico e informe a la nación, prefirió brindar un discurso político de plazoleta desde los balcones del palacio de gobierno, a manera de cierre de su campaña, aseverando que “Bolivia anda bien”, ignorando olímpicamente lo que realmente sucede en nuestra patria que en este momento se encuentra enfrentada en medio de una crisis que en cualquier momento puede derivar en mayores y más peligrosas confrontaciones. Por otro lado, si bien nadie estuvo de acuerdo con el cierre de la Casa de la Libertad para que se realice una sesión del Senado Nacional, comprendemos la actitud del custodio de ese repositorio histórico, preservando el respeto que merece el lugar donde se firmó el acta de la independencia, por sobre las actitudes político partidistas. La actitud de los maestros y otras organizaciones sociales, tratando de evitar a como dé lugar, se desarrolle el desfile de teas con la participación de los estudiantes que cumplen con el servicio premilitar el día 4 de agosto en la noche en la ciudad de Sucre, y la actitud similar de esas manifestaciones evitando se realice normalmente el desfile escolar en la mañana del día 5 no son, de ninguna manera, actitudes conscientes, menos patrióticas. Pero, lamentable y coincidentemente, los trabajadores en educación y las autoridades educativas, que dependen de directivas gubernamentales, trataron de evitar, y en muchos casos lograron, que los estudiantes de colegios y los premilitares puedan desarrollar sus actividades cívicas, para las cuales se prepararon con meses de anticipación.En estos y todos los casos, primero está la patria y cualquier otra manifestación debería ser suspendida momentáneamente para dar paso al homenaje que bien merece Bolivia en sus 183 años de vida republicana. Al Presidente le importó un comino la patria. Y los maestros, encargados de inculcar los valores cívicos en la niñez y juventud, tendrían que haber cumplido con su misión para la cual se formaron.Al parecer existe una confabulación e intereses oscuros que pretenden, a toda costa, hacer que Sucre quede mal ante la opinión pública; ese, fue el sentimiento expresado por la ciudadanía que protestó airadamente ante la actitud de quienes trataron de evitar que los estudiantes rindan su homenaje a nuestra patria. Comprendemos, el sentimiento de dolor y frustración que desde el pasado noviembre; estamos seguros que las protestas contra el gobierno son justificadas; pero, también estamos conscientes que primero está la patria, cuando se trata de rendir un homenaje que bien merece nuestra tierra. Máxime, si en este instante se encuentra frente a una arremetida brutal para destruir su institucionalidad y su derecho a gozar de una democracia que costó recuperarla con destierros, sangre y muerte.El Presidente recibió una Bolivia, ahora ya tiene dos. Una que sumisa y ciegamente apoya, sin ver la realidad, el proyecto político del MAS; otra, que ni siquiera deja que el primer mandatario pise el suelo de cinco departamentos porque considera que lo que ha logrado es sembrar el odio y ahondar diferencias creadas artificialmente para ser aprovechadas con propósitos políticos antidemocráticos, dirigidos a instaurar un gobierno totalitario.Por lo menos…esa es mi opinión.