La indiferencia de Canelas

Adolfo Cerrudo, el siniestro personaje que, a nombre del llamado Comité Cívico Popular, se hizo famoso por amedrentar a periodistas, sigue ejerciendo de incitador entre los movimientos sociales, y ésa es su forma de contribuir al proyecto del MAS, que lidera el presidente Evo Morales.
En el Palacio de Gobierno existe un periodista, Iván Canelas, que funge como Vocero y, con tal motivo, tiene acceso directo a Morales. Pese a semejante poder, ha sido indiferente con la causa de sus ex colegas.
La Fiscalía supuestamente busca a Cerrudo para que rinda cuentas de sus alevosos actos ante la justicia; sin embargo, el agitador político se campea delante de las cámaras de televisión, burlándose de la población boliviana, sin siquiera haber sido demorado por la Policía.
Canelas, por su parte, olvidó rápidamente su larga pertenencia al gremio de los periodistas, al que no sólo defendió como dirigente en Bolivia sino también en Latinoamérica. ¿Recordará su paso por el ex Sindicato de Trabajadores de la Prensa de La Paz (1986-1987), hoy Federación?; ¿por la ex Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia (1987-1990), hoy Confederación?; ¿y su gestión como presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (1990-1994)? Parece que no.
A diferencia del pasado, cuando se desempeñaba como periodista y miraba con distancia a los gobiernos de turno, Canelas no hizo absolutamente nada para impedir que quienes hasta hace poco eran sus colegas no se sintieran amenazados por el accionar virulento de Cerrudo.
A este paso, el belicoso dirigente seguirá haciendo de las suyas, en tanto que Iván Canelas pasará a la historia como el responsable de comunicación del Gobierno más permisivo con la violencia contra los periodistas.