Editorial La Razón: El atentado de Yacuiba

El gobierno del presidente Evo Morales, apelando a diferentes versiones, ha buscado desvincularse de toda responsabilidad después del atentado contra el canal 4 en la ciudad de Yacuiba, que se registró en vísperas del domingo de referéndum por el Estatuto Autonómico de Tarija.
Al parecer, no se trató de un hecho aislado, sino que formó parte de una estrategia política dirigida a frustrar aquella consulta popular o, por lo menos, impedir que los tarijeños concurrieran a las urnas. El Ejecutivo supuso que, así, podría invalidar el resultado del citado referéndum departamental, para lo cual hizo números que atribuyó a la red televisiva PAT. Pero la noche del lunes, ese medio aclaró que los datos difundidos como publicidad de la Dirección Nacional de Comunicación Social, en realidad, no correspondían a la verdad.
El atentado contra el canal yacuibeño se materializó con una explosión. Poco después, la Policía alcanzó a detener al subteniente Georges Peter Nava Zurita y a un grupo de 21 civiles. Otro militar, de apellido Flores Montaño, huyó. Nava circulaba a bordo de un vehículo Rav 4, en cuyo interior se encontró una ametralladora AK 47, una pistola de calibre 9mm, material para explosivos y teléfonos celulares, además de dinero.
Lo más sugerente es que el detenido portaba tres credenciales: una de militar, otra de instructor antiterrorista y la restante nada menos que de la Casa Militar, es decir que, tal como reza ese documento, se trataría de una persona encargada de la ´Seguridad (de la) Casa Militar de S.E.´, el mandatario Morales. El comandante del Ejército, Freddy Mackay, reconoció que Nava estaba destinado al regimiento Colorados, que tiene a su cargo la escolta en el Palacio de Gobierno.
El juez cautelar de Yacuiba envió a la carceleta de esa población a Nava y a 11 civiles, liberando a otros 10. La Fiscalía informó que ese magistrado había decidido tal reclusión luego de encontrar indicios de asociación delictuosa.
El Ejecutivo, las Fuerzas Armadas y la Policía han indicado que Nava actuó solo. Pero, un periodista de La Razón llamó el sábado a la Residencia Presidencial y preguntó por el subteniente Nava, recibiendo como respuesta que estaba ´en comisión´.
Con una gran habilidad, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, primero, negó cualquier relación de Nava con el Gobierno y, luego, en el canal estatal intentó explicar que esa credencial pudo haber sido obtenida por el aludido casi de casualidad, al pasar por la Casa Militar. Ayer, se supo que Nava habría recibido entrenamiento castrense en Venezuela.
El hecho de que un presunto efectivo de esa institución esté involucrado en el atentado contra un medio de comunicación que en el pasado recibió ataques verbales del presidente Morales, significa una grave señal de que el Ejecutivo no sólo estaría apostando por la utilización de los movimientos sociales, sino que también estaría dispuesto a apelar a las fuerzas del orden, que representan al Estado boliviano, para sus propios fines.
Con el atentado de Yacuiba se ha incurrido en la figura de terrorismo de Estado, inaceptable en tiempos de democracia. Actuando de esta manera, el gobierno del MAS fomenta la violencia con aparentes fines políticos, en vez de cumplir su misión de evitarla, tal cual se lo señalan las leyes del país.
Fuente:
http://www.la-razon.com/versiones/20080625_006314/nota_245_620824.htm