Gloriosa Chuquisaca

Mientras el gobierno desató toda su artillería e hizo lo indecible por empañar la efemérides chuquisaqueña, la gran Sucre se manifestó gloriosa, saludable, humilde, bravía y fortalecida. El ministro de defensa entre otros, salieron al paso con declaraciones que pretendían tergiversar los hechos, mostrando la visión sesgada y omnipotente del Ejecutivo que sigue amedrentando y tomando todo por la fuerza. Entre los que salieron al campo de la pelea, estuvo el Defensor del Pueblo, quien volvió a demostrar que le queda demasiado grande el puesto, puesto que no ha podido ocultar su parcialidad con el gobierno, aunque de vez en cuando haga algunas piruetas discursivas, sólo para no quedar tan mal en el ejercicio de su función, que se aproxima cada día más a la de perseguidor del pueblo. El mentado funcionario ha tomado partido en los hechos suscitados el sábado en Sucre, en los que hubo un enfrentamiento entre jóvenes sucrenses y campesinos movilizados por Evo Morales, puesto que la capital de la República le negó el ingreso después de las muertes acaecidas el pasado diciembre, cuando el gobierno cercó la ciudad con militares y campesinos para aprobar de manera ilegal el proyecto de constitución Masista. Waldo Albarracín habla ahora de "castigar a los responsables", acusando de parcialización a la Fiscalía de Distrito de Chuquisaca y a sus tribunales, olvidando que el gobierno ha sido quien ha saboteado todas las investigaciones relacionadas con los heridos y muertos en los luctuosos sucesos en los que el Ejecutivo desató la violencia en Chuquisaca. El Defensor del pueblo, expresó: "El país cuenta con dos décadas de democracia y no se puede retroceder de manera tan grosera y dejar pasar estos hechos". ¿Pero como no hizo lo mismo y el mismo esfuerzo para evitar que la democracia naufrague con las violaciones constitucionales que ha cometido el gobierno, los cercos al Congreso y los hechos sangrientos de Cochabamba y La Calancha, entre otros? Claro que para dorar la píldora no le quedó más que decir: "el Gobierno Nacional cometió un error al pretender realizar un acto paralelo en la efeméride de este departamento", lo cual fue en realidad una provocación. Por supuesto que el Defensor ya está encontrando justificativos y acusando a quienes se defienden de los atropellos como "racistas" a fin de que la provocación del gobierno quede en nada. Ultimamente la acusación de racista abarca una gama increíble de situaciones al punto que cuando se quiere criminalizar a alguien se lo acusa de racista y listo. Bajo esta pseudoacusación se pretenden justificar la acciones del gobierno que no respetan las leyes, que destruye la institucionalidad pretendiendo acostumbrar al país a andar por dos carriles, porque el cometido es pisotear lo establecido, dislocar la sociedad, romperla en mil pedazos, fraccionándola, incentivando el odio en vez de incluir, soldar o unir. "Pese a que vivimos en democracia todavía existen mentalidades cavernarias que practican el racismo y el odio racial con impunidad como pasó ayer en Sucre", añadió Albarracín para cerrar su defensa inquisidora contra algunos y alcahueta con otros. Claro que su frase termina calzándole perfectamente al gobierno, que con mentalidad cavernaria incentiva el odio y el racismo, y que ya ha dejado tres mártires en Sucre sin que haya aceptado por lo menos pedir disculpa por la violencia que ha desatado.El presidente Morales no puede imponer su presencia a la ciudad de Sucre, no puede someter la voluntad ciudadana, que rechaza el odio que sembró y que no olvida los actos de horror de los que han sido víctimas. Chuquisaca estaba hermosa en este mayo que festejó sus 199 años del primer grito libertario. La ciudad de Sucre era una fiesta de amor y confraternización. Bolivia entera estuvo con Chuquisaca, dándole el afecto y el calor que se merece por su coraje, por su firmeza, por la valiente y decidida defensa que hizo y sigue haciendo de la libertad, de la democracia y de la dignidad con la que debemos ser tratados todos los pueblos de Bolivia.¡Gloria a Chuquisaca, a sus mártires y sus valientes ciudadanos!